Por AFP
México acude este domingo, 2 de junio, a las urnas con dos mujeres como claras favoritas para hacerse con la presidencia de un país en el que se registran, de promedio, alrededor de 10 feminicidios al día y asolado por la violencia de las bandas de narcotraficantes.
Claudia Sheinbaum, física y candidata del oficialismo de izquierda, y Xóchitl Gálvez, senadora de centroderecha de raíces indígenas, son las favoritas para gobernar hasta 2030 la decimosegunda economía del mundo, de 129 millones de habitantes.
Según un promedio de encuestas de la firma Oraculus, Sheinbaum, de 61 años y origen judío, aventaja a Gálvez por 17 puntos porcentuales aupada por la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, su padrino político.
En un lejano tercer lugar está el centrista Jorge Álvarez Máynez, exdiputado de 38 años.
Confiada en el “voto oculto”, Gálvez, de 61 años, asegura que la suerte aún no esta echada y que este domingo “va a caer un falso ídolo con pies de barro”, en referencia al popular López Obrador.
Gálvez, exitosa empresaria del sector tecnológico que centró su campaña en denunciar la “fallida” política de seguridad del mandatario, bautizada “Abrazos, no balazos” porque busca atacar las causas de la violencia, cree que parte del voto oculto provendrá de zonas golpeadas por los poderosos cárteles.
Una treintena de aspirantes a cargos locales fueron asesinados desde septiembre pasado, según la oenegé Data Cívica. Actos violentos obligaron el sábado a suspender los comicios en dos municipios de Chiapas (sur).
Las urnas, a las que están convocados unos 100 millones de electores de este país con tres husos horarios, abrirán a las 8 de la mañana, hora local.
- Visiones contrapuestas -
Los seguidores de Sheinbaum consideran que garantiza el legado de AMLO, que fue eficiente en su gestión como alcaldesa de Ciudad de México (2018-2023) y que es una “inspiración” para las mujeres en este país con altas tasas de violencia de género, donde unas 10 mujeres son asesinadas a diario, según la ONU.
“Tener a una mujer presidenta te motiva, como que sí se puede”, dice Blanca Sosa, de 31 años, vendedora de una tienda en el Zócalo capitalino.
Sosa cree que Sheinbaum mantendrá las políticas sociales de AMLO, que “ha hecho cosas buenas como el aumento del sueldo mínimo o la ayuda (pensiones) a los adultos mayores”.
Durante su gobierno, 8,9 millones de personas salieron de la pobreza, situación en la que aún vive no obstante un tercio de la población.
Al contrario, Ricardo Sánchez, comerciante de 55 años de la ciudad industrial de Monterrey (norte), votará a Gálvez por su “visión empresarial” y porque “no es una política” convencional.
Critica a López Obrador y asegura que su “política de primero los pobres es fregarnos a todos para que seamos pobres y después darnos (...), para que digas que él te ayuda”.
Ambas candidatas se comprometieron a mantener las ayudas sociales del actual gobierno.
“¡No llego sola, llegamos todas!”, expresó Sheinbaum al cerrar su campaña. “Es tiempo de mujeres y de transformación (...) Eso significa vivir sin miedo, libres de violencia”.
La opositora es respaldada por una coalición de los partidos tradicionales PAN, PRD y PRI, que gobernó durante siete décadas hasta el año 2000.
- Desafíos -
La expansión del crimen organizado, que se nutre de otros delitos como la extorsión, “es el problema más intimidante” que deberá enfrentar quien llegue a la presidencia, opina Michael Shifter, investigador del centro de análisis Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
También tendrá el reto de mantener los programas sociales cuando el déficit fiscal ha subido a 5,9% y el crecimiento promedio en los últimos seis años fue de apenas 0,8%.
Otro desafío será la compleja relación con Estados Unidos, destino de 80% de las exportaciones mexicanas, especialmente si Donald Trump regresa al poder, advierte Shifter.
Trump ha amenazado con deportaciones masivas de migrantes que cruzan por la frontera binacional de casi 3.200 km, y en 2026 los dos países y Canadá deberán renegociar su tratado comercial T-MEC.