Los incendios que han azotado a Los Ángeles y el sur de California han dejado una estela de destrucción en barrios enteros, pero también han captado la atención por un fenómeno peculiar: el polvo rosa cubriendo casas y vehículos.

Aunque esta imagen podría parecer parte de un espectáculo aéreo, en realidad es un retardante de fuego utilizado para frenar la expansión de las llamas.

Este polvo, lanzado desde aviones especializados en la extinción de incendios, es una sustancia llamada Phos-Chek, que se utiliza en los Estados Unidos desde hace más de 60 años. Su principal propósito es crear una barrera para evitar que el fuego avance hacia nuevas áreas de vegetación o zonas urbanas.

Se fabrica como polvo seco o como líquido concentrado que se diluye con agua antes de su uso.

Los funcionarios han confirmado que se han vertido miles de litros de este producto ya diluido durante la lucha contra el incendio en la región de Palisades, con la esperanza de contener la tragedia.

El polvo utilizado para combatir los incendios en California se llama Phos-Chek. | Foto: 2025 Getty Images

Los aviones dedicados a la extinción del fuego, algunos de los cuales se abastecen directamente del Océano Pacífico, no solo lanzan agua, sino también este efectivo retardante. Mientras tanto, los equipos terrestres luchan con mangueras y herramientas manuales para frenar el avance de las llamas.

Phos-Chek es fabricado por la empresa Perimeter Solutions, con sede en St. Louis, Missouri. En su sitio web, la compañía destaca que su producto es especialmente útil en condiciones secas, ya que no solo actúa una vez que el fuego está presente, sino que también previene su inicio.

Al hacer que los materiales forestales sean menos inflamables, este retardante “endurece” la vegetación y reduce la probabilidad de propagación de las llamas.

La principal función de este polvo es crear una barrera en el camino del fuego. | Foto: 2025 Getty Images

Una vez que el riesgo de incendio ha disminuido, es fundamental limpiar el polvo lo antes posible, ya que a medida que se seca se vuelve más difícil de remover. Para grandes superficies, se recomienda el uso de lavadoras a presión, mientras que para áreas más pequeñas, basta con agua tibia y detergente para facilitar la limpieza.