Cientos de personas protestaron este lunes, 23 de diciembre, en Quito y Guayaquil por la desaparición de cuatro adolescentes tras un operativo militar, en un caso que causa indignación en Ecuador y es investigado por una unidad especializada en uso ilegítimo de la fuerza.

“Los queremos con vida, por favor”, dijo a la prensa Luis Arroyo, padre de los hermanos Josué e Ismael Arroyo, que desaparecieron el 8 de diciembre junto a sus amigos Saúl Arboleda y Steven Medina. Los menores tienen entre 11 y 15 años.

En una entrevista radial el lunes, Noboa también dijo que se necesitaba un "análisis técnico" antes de que el incidente pudiera calificarse de desaparición forzada. | Foto: AFP

Los manifestantes en ambas ciudades llevaban carteles en los que se leía “¿Dónde están nuestros niños?” y “Los niños negros no son criminales”. En Guayaquil se concentraron unas 300 personas, mientras que en Quito hubo unas 200.

Los adolescentes de entre 11 y 15 años habían salido a jugar fútbol cuando desaparecieron tras un operativo militar en el puerto de Guayaquil, uno de los lugares más violentos de Ecuador, un país azotado por el narcotráfico y las bandas criminales. El gobierno atribuye la desaparición a grupos delincuenciales.

El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, dijo en una entrevista radial que luego del operativo “los niños ya no estaban bajo la custodia de los militares, estaban libres y en contacto con sus padres”. El funcionario además confirmó que en esa intervención militar participaron 16 uniformados.

De acuerdo con Arroyo, su familia recibió la llamada de un hombre que los contactó con uno de los jóvenes. Este le relató que militares los golpearon, se los llevaron y luego los abandonaron.

El mismo hombre que contactó a Arroyo le dijo después que “la mafia se los llevó”. Desde entonces no hay noticias sobre ellos.

“Ahora son estos niños, mañana seremos nosotros. Es un gobierno que no está dando respuestas y está justificando las acciones que ha cometido y las estupideces que han cometido sus funcionarios de las fuerzas armadas”, dijo a la AFP Guillermo Leone, que acudió a la protesta en Guayaquil.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó intensificar la búsqueda de los niños, de entre 11 y 15 años, a medida que la ira pública por el incidente estalló semanas antes de las elecciones. | Foto: AFP

En ambas manifestaciones el clamor fue el mismo: “Vivos los llevaron, vivos los queremos”.

En Quito, Génesis Padilla, una activista de 25 años, expresó a la AFP su “dolor” por el caso. “No podemos salir tranquilos porque estamos con el pendiente de que alguien nos falte (...) Vamos a seguir luchando hasta que aparezcan y dejen en paz a nuestros niños negros”, comentó indignada.

Este lunes la fiscalía allanó la base militar de Taura, cercana a Guayaquil y a la que estaban asignados los militares involucrados.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, consideró que todavía no se puede hablar de una desaparición forzada en el caso de los cuatro adolescentes. “Me parece que todavía no es el momento, tiene que haber análisis técnico, tiene que haber una determinación por parte de la fiscalía”, dijo al ser consultado en una entrevista.

*Con información de AFP.