Un grupo de más de 50 científicos han alertado sobre la aceleración del calentamiento global, un fenómeno que hace que los gases de invernadero se acumulen en la atmosfera, haciendo que cuando entren los rayos de sol se acumule el calor en el planeta, ocasionando alza en las temperaturas.

En el informe entregado por los expertos, se destaca que las temperaturas promedio del planeta están aumentando a la tasa más rápida desde que se tienen registros. Este hallazgo se dio a conocer en el informe anual de Indicadores del Cambio Climático, publicado en la revista especializada Earth System Science Data y dirigido por investigadores de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido.

Este informe revela que el calentamiento global, provocado por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), avanza a un ritmo de 0.26 grados Celsius por década. En la última década que va desde 2014 al 2023, la temperatura promedio aumentó a 1.19°C, superando los 1.14°C registrados en el periodo 2013 al 2022.

Un hombre toma agua en una jornada de altas temperaturas en Jammu, India, el 27 de mayo de 2024. (AP Foto/Channi Anand) | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.
  • Alteración de los patrones de lluvia
  • Aumento del nivel del mar
  • Deshielo de glaciares
  • Calentamiento de los océanos
  • Fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos

Aumento exagerado del calor

El aumento de las temperaturas globales está llevando a episodios de calor extremo y humedad, lo que tiene graves consecuencias para la salud humana. Con el calentamiento de la Tierra, las olas de calor son más frecuentes y severas, y el estrés térmico se ha convertido en una de las principales causas de muertes relacionadas con el clima en muchos países, según un estudio publicado por la National Geographic España.

Según Colin Raymond, del laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, los niveles extremos de estrés térmico se han más que duplicado en los últimos 40 años, y esta tendencia probablemente continuará.

El índice de calor es una medida de como se siente la temperatura del aire en nuestro cuerpo cuando se tiene en cuenta la humedad relativa. Sin embargo, debido a su subjetividad y variación entre diferentes países, los científicos prefieren utilizar la temperatura de bulbo húmedo para estudios climáticos globales.

Garantizar con recursos la conservación de los páramos, la clave de Bogotá para hacerle frente al cambio climático | Foto: Secretaría de Ambiente

Esta medida indica cómo nuestros cuerpos se enfrían mediante la sudoración y nos informa si las condiciones puede ser perjudiciales o incluso mortales.

La temperatura de bulbo húmedo se mide originalmente envolviendo un paño húmedo alrededor del bulbo de un termómetro y exponiéndolo al aire, registrando la temperatura a medida que el agua se evapora. Hoy en día, se utilizan instrumentos electrónicos en estaciones meteorológicas para estas mediciones.

Umbrales críticos y regiones afectadas

Desde 2005, se han registrado temperaturas por encima de este umbral en algunos lugares subtropicales como Pakistán y el Golfo Pérsico. Las temperaturas ligeramente inferiores, entre 32 y 35 grados Celsius, se han triplicado en los últimos 40 años.

Los modelos climáticos predicen que ciertas regiones probablemente superarán los 35 grados de temperatura de bulbo húmedo en los próximos 30 a 50 años. Las áreas más vulnerables incluyen el sur de Asia, el Golfo Pérsico y el Mar Rojo alrededor de 2050, así como el este de China, partes del sudeste asiático y Brasil para 2070.

En Estados Unidos, estados del Medio Oeste como Arkansas, Missouri e Iowa podrían alcanzar este límite crítico dentro de 50 años. En España, zonas de Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía podrían experimentar más de tres meses con temperaturas de 35 grados o más en 2050.

En España el calentamiento global amenaza con que el 80% del suelo se convierta en desierto en lo que queda de siglo.

Monitoreo climático

En muchas regiones subtropicales, las estaciones meteorológicas confiables a largo plazo son escasas, lo que dificulta comprender plenamente los eventos de calor extremo. Aquí es donde los datos satelitales de la NASA resultan cruciales.

Instrumentos como el Sonido Infrarrojo Atmosférico (AIRS) en el satélite Aqua y el Experimento de Radiómetro Térmico de Ecosistemas (ECOSTRESS) en la Estación Espacial Internacional proporcionan datos vitales para estudiar el estrés térmico.

Los científicos están utilizando estos datos para desarrollar modelos computacionales de eventos de calor regionales, permitiéndoles estudiar con mayor detalle la temperatura y la humedad en lugares específicos.

Proyectos futuros, como la misión Biología y Geología de la Superficie de la NASA (SBG), proporcionarán datos de mayor resolución sobre procesos importantes como la evaporación. Estas herramientas también pueden ayudar a prever futuras migraciones masivas a áreas más habitables debido al aumento de las temperaturas y la humedad.

La devastación de la selva amazónica para plantar cultivos anuales. | Foto: Semana