Un reciente estudio estima que el cambio climático ha incrementado en un 12,8% la mortalidad mundial relacionada con el humo de los incendios forestales.
América del Sur se encuentra entre las regiones con mayor impacto, según el análisis, en el que participó el profesor Stijn Hantson de la Universidad del Rosario en Colombia.
Los investigadores estiman que alrededor de 98.748 personas fallecen cada año en todo el mundo debido a la exposición al humo de incendios forestales, de manera que aproximadamente 12.000 muertes son atribuibles directamente al cambio climático.
Las actividades activas de gestión y extinción de conflagraciones han reducido los incendios en las últimas décadas, sin embargo, el cambio climático ha aumentado la duración de las temporadas de quemas y la cantidad de superficie sometida a estos estragos a nivel mundial.
El estudio, dirigido por Chae Yeon Park del National Institute for Environmental Studies de Japón, utilizó modelos de vegetación y fuego para analizar cambios en las emisiones entre 1960 y 2019, comparando datos históricos con un escenario sin cambio climático para determinar su impacto.
Hantson explicó que el aumento de la superficie quemada debido al cambio climático ha incrementado las partículas nocivas en el aire, como las PM2.5, que afectan la salud humana.
Estas partículas, que se esparcen por el aire y pueden ser transportadas a grandes distancias, tienen graves consecuencias para la salud respiratoria y cardiovascular de las poblaciones cercanas y lejanas a las zonas de incendio.
La expansión de los incendios en bosques tropicales y la alteración de las temporadas de fuego también han tenido repercusiones notables en África, Europa, y los bosques boreales de Asia, donde el cambio climático ha intensificado las condiciones propicias para incendios de mayor duración y magnitud.
Los resultados del estudio señalan la necesidad urgente de políticas que aborden tanto la prevención de incendios como la mitigación de sus efectos en la salud pública.
*Con información de Colprensa.