Una explosión en una fábrica de fuegos artificiales en el centro de Tailandia dejó al menos 23 muertos, informó este miércoles 17 de enero un funcionario local. La tragedia se registra meses después de un hecho similar en este país, que es acusado de laxismo en materia de reglas de seguridad.
“Recibimos informaciones (...) que confirman 23 muertos, y ningún herido”, declaró a la AFP el gobernador de la provincia de Suphanburi, Nattapat Suwanprateep, dando un nuevo balance sobre lo ocurrido, puesto que reporte inicial daba como 18 la cifra de fallecidos.
De acuerdo con lo confirmado por el gobernador Suwanprateep, la fuerte explosión ocurrió en horas de la tarde en la provincia central de Suphanburi. Según dijo, tras conocerse sobre lo ocurrido se dispuso de un operativo especial para limpiar el sitio de sustancias peligrosas que puedan poner en riesgo a quienes transiten por la zona.
Ante lo ocurrido, sa asociación de rescate en carretera Samaner Kaeo detalló a través de su cuenta de Facebook que había unas 30 personas en el interior de la fábrica en el momento en que se presentó la explosión. Además, indicaron que equipos de rescate se desplazaron a la zona para adelantar labores de rescate a posibles supervivientes; según se conoció, los bomberos se encargaron de controlar las llamas.
Imágenes divulgadas por los rescatistas muestran que en el lugar donde ocurrió la explosión quedaron escombros metálicos esparcidos por el piso, además, se registró una enorme columna de humo negro.
“No tenemos muchos daños en otras casas o personas que viven en el poblado” vecino, indicó el policía local Theerapoj Rawangban.
Cabe recordar que un hecho similar ocurrió en julio del año pasado en Sungai Kolok, en el sur del país, donde una explosión, también en una bodega de fuegos artificiales, dejó 10 muertos y más de un centenar de heridos.
En Tailandia se teme que no se respetan las normas básicas de seguridad, lo que ha provocado varios accidentes mortales los últimos años.