Meses después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizara de emergencia un medicamento experimental para tratar el Alzheimer, esta semana las autoridades sanitarias de Estados Unidos dieron el aval plenamente para este nuevo fármaco contra la enfermedad, lo que permitirá que el tratamiento sea más accesible a través del sistema federal de cobertura de salud.
Se trata de Leqembi o también conocido como Lecemab, un medicamento destinado a reducir el deterioro cognitivo, que hasta el momento está autorizado para pacientes que aún no han alcanzado un estadio avanzado de la enfermedad, puesto que su campo de acción es retrasar el progreso del Alzhéimer.
Este mismo había sido aprobado en enero por la agencia estadounidense de medicamentos mediante un procedimiento acelerado, sin embargo, los análisis de estudios adicionales ahora permitió su autorización total, según precisó la FDA en un comunicado.
El medicamento es administrado por vía intravenosa cada dos semanas, y fue desarrollado por la compañía farmacéutica japonesa Eisai con la estadounidense Biogen. Su precio se fijó en 26.500 dólares al año y por paciente, pero ahora los estadounidenses podrán adquirirlo a través de sus seguros médicos.
Según se informó, el sistema de cobertura de salud federal Medicare, destinado a personas mayores de 65 años, hasta ahora solo cubría el medicamento si se tomaba en ensayos clínicos, lo que limitaba mucho su acceso. Pero ahora, con la autorización total de la FDA estará “ampliamente” cubierto, según explicó Chiquita Brooks-LaSure, quien es la directora de la agencia que administra Medicare, en un comunicado.
“Esta es una gran noticia para los millones de personas en todo el país que viven con esta enfermedad debilitante y sus familias”, agregó la alta funcionaria en su misiva.
Leqembi es parte de una nueva generación de tratamientos dirigidos a una proteína llamada beta amiloide, que forma placas en el cerebro de los pacientes enfermos. Este fármaco fue el primero en demostrar claramente una reducción del deterioro cognitivo (de 27 %) en un ensayo clínico.
Sin curar a los pacientes, el medicamento puede ayudar a retrasar un poco al avance de la enfermedad. Además, este fármaco puede causar, no obstante, efectos secundarios graves, como edema cerebral o hemorragia, que pueden ser fatales.
“Este tratamiento, aunque no es una cura, puede ayudar a dar más tiempo a las personas (...) para mantener su independencia y hacer las cosas que aman”, dijo Joanne Pike, presidenta de la asociación de pacientes Alzhéimer Association.
Las personas con la enfermedad “merecen tener la oportunidad de discutir y decidir, con su médico y su familia, si este tratamiento es adecuado para ellos”, agregó Pike.
Otro tratamiento desarrollado por Esai y Biogen contra el Alzhéimer, Aduhelm, fue el primero en ser autorizado por la FDA bajo un procedimiento acelerado. Pero esta decisión fue en su momento muy criticada por los expertos ante la falta de evidencia sobre su efectividad.
El grupo farmacéutico estadounidense Eli Lilly también está desarrollando un tratamiento contra el Alzhéimer que actúa en las placas amiloides y que ha demostrado una reducción del deterioro cognitivo.
Es de recordar que, los síntomas iniciales del Alzhéimer suelen ser leves y progresan con el tiempo. Pueden incluir pérdida de memoria, dificultades en la planificación y resolución de problemas, cambios en el comportamiento y personalidad, confusión, desorientación, dificultad para comunicarse y realizar tareas cotidianas, según indicó el portal MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los más propensos a sufrir de esta enfermedad son las personas mayores, también quienes tengan un familiar o un pariente consanguíneo cercano, como un hermano, hermana o padre que padece Alzhéimer, si se tienen problemas cardiovasculares debidos al colesterol alto y quienes tengan genes ligados con esta afección.
*Con información de AFP.