Desde la llegada al trono hace un año, el ahora Rey ha cumplido con mucho de lo esperado, recibiendo el apoyo de la opinión pública de su país.

Cuando el 2 de junio el rey Juan Carlos anunció su abdicación a la   corona española, una brisa de alivió pareció recorrer los pasillos del Palacio de la Zarzuela. Los últimos años de don Juan Carlos en el trono no sólo habían desgastado su imagen, sino la de la propia monarquía.  

Este era el fin de una época de escándalos de todo tipo que habían salpicado a varios miembros de la familia real, incluidos el Rey y la infanta Cristina, y el inicio de una nueva vida para un Príncipe de cara amable  que llevaba toda su vida a la espera de ocupar un puesto para el que se había estado preparando desde  antes de nacer.  

Doce meses después de su proclamación, que se produjo el 19 de junio de 2014, el ahora rey Felipe VI ha cumplido con  mucho de lo esperado, recibiendo el apoyo de la opinión pública, que en cifras,  ha logrado elevar la puntuación de la casa real del 3,72 que alcanzó su padre en la última consulta a 4,34, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, el primero con él al frente de la Jefatura del Estado.

Este avance se da gracias a sus decisiones difíciles, como retirar el Ducado de Palma a su hermana Cristina debido a su imputación judicial. De ella  se alejó siendo aún príncipe, distanciamiento  que se hizo más evidente al no ser invitada a la  proclamación.

En este tiempo también le ha dado un mayor protagonismo a su esposa, la reina Letizia, quien después de abandonar su carrera como periodista había pasado a ser una princesa discreta, sin mucho brillo en actos oficiales, opacada por los titulares de sus cuñadas las infantas y desatando de cuando en vez  las alarmas de crisis en su matrimonio debido a su delgada figura.

En palabras de  Fermín Urbiola, experto en la Casa Real española, “es evidente que el balance del primer año de Felipe VI en el ejercicio de la jefatura del Estado de España es muy positivo”.

Para el biógrafo de la familia real, el éxito del monarca radica en que ha implementado ciertos “valores como el de la transparencia (la nueva web de la Casa del Rey es prácticamente un periódico digital), la austeridad (ha rebajado el presupuesto anual y ha hecho públicas las asignaciones a cada miembro de la familia), la proximidad al español medio (presencia activa en las redes sociales, la convocatoria de ‘nuevos’ colectivos ciudadanos a las recepciones) y  su distanciamiento público de  cualquier manifestación de sus preferencias religiosas”. 

Y es que el Rey ha cambiado hasta su forma de vestir para mostrarse más cercano y oportuno a su pueblo. “De hecho, cabría añadir, en estos 12 meses el Rey ha dirigido sus mensajes mucho más a los colectivos sociales, a los españoles de a pie, que a los estamentos institucionales”, agrega Urbiola.

La periodista Carmen Enríquez, autora del libro ‘Felipe VI, la monarquía renovada’, coincide en que este año el balance es positivo “porque antes de que pasara un mes de su proclamación ya estaba anunciada la composición de la nueva Familia Real, que excluía a las infantas Elena y Cristina. También se puso enseguida una premisa muy importante, y es que nadie de la Familia Real puede desempeñar actividades remuneradas, para que no haya lugar a ningún tipo de desviación”.

Su reinado se resume en una frase: “Una monarquía renovada para un tiempo nuevo”. Con esa divisa empezó Felipe de Borbón y Grecia su vida como Rey. Sin embargo, el panorama no es del todo alentador.

Los problemas de su hermana con la Justicia y el auge de los nuevos partidos emergentes son los retos a medio plazo de su reinado.

Claves del reinado

Un papel claro: Cataluña ha sido  la segunda comunidad española más visitada por los Reyes. Han realizado 14 viajes, lo que también revela la preocupación  por los problemas territoriales y el auge nacionalista que se vive en la región.Que solo se hable de su papel como monarca  es  uno de los grandes logros. Ningún escándalo personal en su primer año de reinado, a diferencia de su padre en sus últimos años desató polémicas cacerías, amistades peligrosas como la de la princesa Corina, sospechas de dinero fuera de España y  mala relación con la reina Sofía.Menos ingresos: se redujo un 20 % su sueldo de jefe del Estado en 2015. La reina Letiza recibe 128.808 euros, un 55 % menos que su esposo y también una suma inferior a los 187.356 euros que obtiene su suegro, Juan Carlos I, según los datos facilitados por la Casa del Rey.Bajo la premisa de que nadie podrá aceptar ahora dádivas  "que superen los usos habituales, sociales o de cortesía", donó al Estado español dos Ferraris regalados por un jeque árabe. Se convirtió  en el primer jefe de estado  en posar para la portada de una publicación gay titulada RAGAP Magazine. "Por primera vez, un jefe de Estado en España se acerca a escuchar las demandas de las asociaciones de activismo contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género", escribió la redacción de la revista que tiene un articulo titulado  ‘La Corona por  la Diversidad’. Como padres de la heredera de la corona española, los reyes han procurado que sus hijas tengan una infancia normal, lejos de una exposición pública innecesaria.

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