La Cámara Baja de Florida, Estados Unidos, aprobó este martes 2 de mayo un duro proyecto de ley que le declara la guerra a la inmigración ilegal en ese estado. La iniciativa, impulsada por el gobernador Ron DeSantis, entre otras cosas, castiga el transporte de inmigrantes indocumentados y ordena a los hospitales verificar el estatus migratorio de los pacientes.
El gobernador republicano DeSantis ha sido un férreo crítico de la política inmigratoria del presidente Joe Biden y se alista para anunciar una candidatura presidencial en las próximas semanas.
La Cámara de Representantes de Florida, en su mayoría republicana, dio la aprobación final a la propuesta en una votación en bloques partidistas. La semana pasada el Senado dio luz verde al proyecto y ahora está en manos del Gobernador promulgarlo.
El proyecto de ley recibió el visto bueno del Senado la semana pasada, y ahora pasará a manos del gobernador para que lo promulgue. DeSantis ha tenido como una de sus principales prioridades la inmigración y se ha inclinado por posturas de extrema derecha.
El proyecto contempla la entrega de 12 millones de dólares a la iniciativa de reubicación de migrantes de DeSantis, que traslada indocumentados a otros estados. El año pasado, el gobernador envió a un grupo de migrantes sudamericanos de Texas a Martha’s Vineyeard, en Massachusetts, como protesta contra la política migratoria del gobierno federal.
Las severas medidas que contempla Florida
La iniciativa que está a punto de convertirse en ley obliga a los hospitales que aceptan Medicaid (programa federal que brinda salud gratuita a los ciudadanos) y a los departamentos de emergencias a recopilar datos sobre el estado migratorio de los pacientes, incluso si solo ingresan a emergencias, y presentar informes trimestrales a las autoridades de la Florida.
También prohíbe el uso de licencias de conducir en manos de indocumentados, aunque sean válidas en otros estados del país. De igual forma, aumenta las multas por emplear a inmigrantes sin documentos y castiga a quienes contratan ilegalmente a estas personas.
El proyecto aprobado en el Congreso amenaza con quitar de por vida las licencias de operación a las empresas que reincidan en la contratación de indocumentados y propone penas de cárcel para los extranjeros que utilicen documentación falsa, como para quienes los transporten de manera ilegal.
Por otro lado, establece como obligatorio el uso del programa federal E-Verify, un sistema que determina si los empleados pueden trabajar de manera legal en Estados Unidos, así como auditorías aleatorias a empresas para verificar el cumplimiento del uso del mismo.
Además, prohíbe que los gobiernos locales brinden dinero a las organizaciones que emitan documentos de identidad a las personas que se encuentran de manera ilegal en el país e invalida las licencias de conducir emitidas en otros estados en posesión de inmigrantes no autorizados.
Según los críticos del proyecto, pretende disuadir a los inmigrantes indocumentados de buscar atención médica. “Está motivado por cuestiones políticas y es un proyecto de ley antiinmigrante que afectará e incluso causará la muerte de inmigrantes indocumentados”, dijo la representante demócrata Susan Valdes.
“No podemos resolver el problema en Washington. Pero podemos enviar un mensaje que diga que, en Florida, ya hemos tenido suficiente”, dijo el representante republicano Randy Fine en defensa del proyecto.
DeSantis, por su lado, ha descrito la iniciativa legislativa como una contrapropuesta a la política fronteriza del presidente Biden. “No nos haremos de la vista gorda ante los peligros de la crisis fronteriza de Biden. Seguiremos tomando medidas para proteger a los floridanos de las imprudentes políticas federales de fronteras abiertas”, dijo en su momento.