Un nuevo temblor sacudió Japón cinco días después del trágico terremoto que acabó con la vida de al menos 126 personas. Sobre las 5:26 de este sábado 6 de enero la Agencia Meteorológica del país asiático (JMA) reportó un movimiento telúrico de magnitud 5,4.
El sismo ocurrió en la región de Noto y tuvo aproximadamente 10 kilómetros de profundidad. Desde la JMA confirmaron que desde el terremoto del pasado 1 de enero, la actividad sísmica se mantiene en la región de Noto de la prefectura de Ishikawa.
“Las áreas que fueron sacudidas fuertemente por el terremoto de magnitud 7,6 que ocurrió el 1 de enero tienen un mayor riesgo de casas derrumbadas y deslizamientos de tierra”, se lee en un comunicado de la Agencia. Las autoridades también aclararon que no hay riesgo de tsunami.
Los rescatistas japoneses rastrean este sábado 6 de enero entre los escombros, ya casi sin esperanzas de encontrar sobrevivientes, cinco días después del potente terremoto que azotó el centro del país el día de Año Nuevo y que dejó al menos 126 muertos.
Se prevé que el balance de muertos del sismo de magnitud 7,5 que golpeó la prefectura de Ishikawa el lunes siga aumentando, ya que hay más de 200 personas desaparecidas, según las autoridades.
El trabajo de los socorristas ha sido obstaculizado por el mal tiempo, que va a agravarse con la caída de nieve pronosticada para el domingo, y por los daños en las rutas, que están casi inutilizables.
Dos ancianas fueron rescatadas con vida entre las ruinas de sus casas el jueves, pero desde entonces no ha habido nuevas noticias alentadoras.
En Suzu, donde decenas de hogares quedaron en ruinas, un perro socorrista ayudaba en las labores de rescate. “Están entrenados para ladrar cuando detectan a una persona entre los escombros”, explicó a la AFP Masayo Kikuchi, su adiestrador.
Las casas donde se encuentran muertos son marcadas y los socorristas esperan la llegada de un forense que pueda identificar el cuerpo junto a los familiares.
En el puerto de la ciudad se veían barcos pesqueros hundidos o regados sobre la costa por las olas del tsunami provocado por el sismo, que se teme que arrastró al menos a una persona.
Los daños son también enormes en Wajima y otras partes de la prefectura de Ishikawa, ubicada en la costa del mar de Japón.
Fuertes réplicas han sacudido la región desde el asolador terremoto del lunes, que provocó corrimientos de tierra, un importante incendio y un tsunami con olas de más de un metro de altura.
“Estaba relajándome el día de Año Nuevo cuando empezó el terremoto. Mis parientes estaban todos allí y estábamos divirtiéndonos”, relató a la AFP Hiroyuki Hamatani, de 53 años, en medio de vehículos incinerados y de postes caídos.
“La casa quedó en pie pero no es habitable (...) No tengo espacio en mi mente para pensar en el futuro”, añadió.
Rezo por los fallecidos
“Rezamos sinceramente por el descanso de las almas de aquellos que han muerto”, dijo el primer ministro, Fumio Kishida, en la red social X.
Cerca de 23.800 hogares quedaron sin electricidad en la región de Ishikawa y más de 66.400 están sin agua potable. Los cortes de agua y de energía también han afectado hospitales e instalaciones de asistencia para personas mayores y con discapacidad.
Más de 31.400 personas se han alojado en 357 albergues y muchas comunidades siguen aisladas.
“Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para llevar a cabo rescates en las ciudades aisladas (...) Sin embargo, la realidad es que el aislamiento no ha sido resuelto en la medida en que nos gustaría”, admitió el gobernador regional, Hiroshi Hase, el viernes.
Japón experimenta cientos de sismos cada año. La mayoría no causan daños gracias a las estrictas normas de construcción que rigen desde hace más de cuatro décadas.
En 2011, un gran terremoto submarino de magnitud 9 desencadenó un tsunami que dejó unos 18.500 muertos o desaparecidos. El sismo causó también daños en la central nuclear de Fukushima, provocando uno de los peores desastres nucleares de la historia.