Un salvavidas fue lanzado a la Administración Federal de Estados Unidos, debido a que en la medianoche del 30 de septiembre iba a tener un “shutdown”, lo que significa una paralización inminente.
Ante este crítico panorama, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una medida de financiación para poder hacer frente a esta desestabilización.
El texto fue aprobado por 335 votos a favor (91 en contra) y ahora debe pasar al Senado. Prevé que la administración siga recibiendo fondos durante 45 días.
El panorama no es nada alentador para la que es catalogada la mayor economía del país, debido a que, en dado caso que el Senado no la apruebe antes de la medianoche, 1,5 millones de funcionarios estarán sin sueldo, el tráfico aéreo podría sufrir consecuencias y muchos servicios públicos estarían sin atención.
Además, algunas agencias del Gobierno y parques nacionales serían cerrados por cuenta de este “shutdown”.
De hecho, la situación de desestabilización económica sería inminente, debido a que los seguidores de Donald Trump, quienes tienen una mayoría en la Cámara de Representantes, incluso ya llevaron a Estados Unidos a estar muy cerca de una caída financiera, debido al aumento del tope de la deuda.
Además, se conoció que el expresidente Trump ordenó a sus congresistas “paralizar” al Gobierno Federal, a menos de que los demócratas cedan ante los reclamos presupuestales.
Para Biden no hay dudas: la pelota está en el tejado de los republicanos en la Cámara de Representantes.
“Hay quienes en el Congreso ahora mismo están sembrando tanta división que están dispuestos a paralizar el gobierno esta noche. Es inaceptable”, escribió el sábado el mandatario demócrata en X, antes Twitter.
No sería el primer “shutdown” de Estados Unidos
Elegido a costa de numerosas negociaciones con los trumpistas, McCarthy arriesga su escaño en esta instancia. “Saben qué, si tengo que arriesgar mi puesto para defender al pueblo estadounidense, lo haré”, dijo el sábado. Y añadió: “Si alguien quiere despedirme porque quiero ser el adulto al mando de la sala, que lo intente”.
Durante la presidencia de Trump, Estados Unidos vivió en 2018 su “shutdown” (cierre del gobierno federal) más largo. Según varias estimaciones, el PIB estadounidense perdió entonces más de 3.000 millones de dólares.
A pocas horas de la fecha límite, Estados Unidos se prepara para una nueva paralización de servicios públicos. Los funcionarios ya fueron notificados el jueves de la inminente situación.
La mayoría de los parques nacionales estadounidenses, como Yosemite o Yellowstone, permanecerán cerrados. También se prevé una grave perturbación del tráfico aéreo.
Asimismo, beneficiarios de ayudas alimentarias podrían ser también perjudicados.
Cada semana con el gobierno federal paralizado, le costaría al PIB estadounidense 0,2 puntos de crecimiento en el cuarto trimestre, según economistas de Goldman Sachs.
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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, recientemente tuvo un discurso en el que se refirió a los recientes hechos de robo que se están presentando en diferentes tiendas y supermercados de Estados Unidos, esto debido a la flexibilización de la penalización de estos delitos.
Aunque muchas de sus declaraciones en la convención del Partido Republicano de California, en Anaheim, eran críticas y reclamos ya conocidos, su exhorto de tomar acciones violentas contra los delincuentes marcó una escalada en su añejo mensaje de mano dura contra el crimen.
“Detendremos de inmediato todo el pillaje y los robos. Muy simple: quien robe una tienda puede esperar que le disparen cuando salga del establecimiento”, recalcó en medio de varios aplausos de sus simpatizantes.
Trump aprovechó sus 90 minutos de discurso para atacar a los líderes del partido Demócrata en California y para burlarse del presidente y aspirante a la reelección Joe Biden, a quien acusa de “destruir el país”. “El hombre no puede ni salir de una tarima”, ironizó refiriéndose al mandatario de 80 años para el deleite de una sala a casa llena.