La crisis climática "no es un problema futuro, sino algo que ya nos afecta", dijo este lunes la popular Greta Thunberg durante una breve intervención en la cumbre del clima en Madrid, en la que la joven cedió el protagonismo de este acto con jóvenes al resto de activistas medioambientales.

Era la primera vez que Thunberg intervenía en esta cumbre de la ONU, que ya había visitado el viernes pasado poco después de llegar a Madrid tras viajar toda la noche en tren desde Lisboa para unirse a la Marcha por el Clima, organizada por diversas organizaciones de jóvenes activistas ambientales.

También se ha estrenado en esta cumbre el movimiento juvenil Fridays For Future (FFF), surgido a raíz de "las sentadas" cada viernes de la joven sueca ante las puertas del Parlamento de su país para protestar por la inacción de los gobiernos contra el calentamiento global.

Muy delgada, con su tradicional trenza a un lado y vestida con pantalones grises de deporte y una camiseta de manga larga, Thunberg centró el foco de sus palabras en la situación de las comunidades indígenas, sobre las que dijo que son "las más castigadas" por la crisis climática.

"Son ya innumerables las personas que mueren y sufren como consecuencia de la emergencia climática que padece el planeta", advirtió en su intervención la joven, que también tenía previsto asistir hoy a un acto organizado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al que finalmente no acudió.

Su presencia en las distintas acciones en la COP25 es muchas veces una incógnita para los medios porque los responsables de algunos actos anuncian la asistencia de la joven como reclamo para captar más atención, como ocurrió esta tarde en las puertas del centro de congresos escenario de la cumbre, donde se agolparon decenas de periodistas por la supuesta llegada de Thunberg, que no apareció.

La activista sueca aprovechó el contexto mediático en su primera intervención en las instalaciones de la COP25 para destacar la relevancia de las experiencias de los pueblos indígenas, que tienen que "ser escuchadas", insistió.

Thunberg animó durante el acto a sus compañeros activistas de media docena de países, como Estados Unidos, Chile, Uganda o Rusia, a "compartir las historias que necesitan compartirse" en referencia a la cruda situación ambiental y política en sus territorios.

La joven ya demostró su diferencia con el resto de compañeros defensores del medio ambiente en su primera intervención en Madrid el pasado viernes, cuando declaró en una rueda de prensa con centenares de periodistas que ella solo era una activista como cualquier otra.

"No tienen por qué escucharme a mí antes que a nadie", dijo; por favor, "preguntad también al resto de mis compañeros".

La activista sueca, que fue candidata este año al Premio Nobel de la Paz, recordó que los pueblos indígenas son "los más expuestos a las consecuencias climáticas por tener que estar en equilibrio con la naturaleza".

Las breves intervenciones de Thunberg en Madrid en el marco de la cumbre están todas relacionadas con la necesidad de dar mayor voz a las personas más vulnerables, como también puso de manifiesto ayer en su visita a la Cumbre Social por el Clima, impulsada por entidades de la sociedad civil.

Los jóvenes activistas ambientales, que han pedido todos ellos justicia climática en el acto de hoy reconocieron que, sin la presencia de Greta Thunberg, la voz de la juventud no habría alcanzado el eco que ha tenido en las últimas manifestaciones en las calles y especialmente en esta cumbre.

Según fuentes de Fridays For Future, este viernes los jóvenes se manifestarán no solo en el centro de Madrid, como vienen haciéndolo durante el ultimo año y medio, sino también en las instalaciones del centro de congresos donde se celebra la COP25.