Trece cadáveres de migrantes que se cree que son originarios de África subsahariana fueron encontrados frente a la costa oriental de Túnez, anunció el miércoles un funcionario judicial de ese país.
Fueron avistados por una unidad de guardacostas cerca de las ciudades de Chebba y Salakta, declaró Farid Ben Jha, portavoz de la fiscalía de Mahdia y Monastir (este), que precisó que todas las víctimas mortales son hombres.
La justicia abrió una investigación para determinar en qué circunstancias se ahogaron, precisó el portavoz, sin dar más detalles.
Túnez es, junto con Libia, uno de los principales puntos de partida en África del Norte para los migrantes —principalmente originarios de África subsahariana, pero también un gran número de tunecinos— que arriesgan sus vidas en la peligrosa travesía del Mediterráneo con la esperanza de llegar a Europa.
Cada año decenas de miles de migrantes, en su mayoría subsaharianos que huyen de la pobreza y de conflictos, especialmente de Sudán o Malí, intentan alcanzar las costas italianas.
Más de 1.300 migrantes murieron o fueron reportados desaparecidos el año pasado en naufragios cerca de las costas tunecinas, según la ONG Foro Tunecino para los Derechos Económicos y Sociales.
En la última década un total de 30.309 migrantes perdieron la vida en el Mediterráneo, de los cuales 3.155 en 2023, uno de los años más mortíferos, y 1.405 desde el comienzo del 2024, según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones.
De acuerdo con ese mismo organismo humanitario multilateral, en el año 2020 había alrededor de 21 millones de africanos que residían en un país de África distinto de su país natal, lo que representa un aumento importante de los deseos de migrar con respecto a 2015, en que eran 18 millones aproximadamente que habían buscado una oportunidad fuera de su país.
Con información de AFP