En un hallazgo que desafía la historia conocida del consumo de drogas en Europa, investigadores de la Universidad de Milán, en colaboración con la Fundación IRCCS Ca’ Granda Ospedale Maggiore Policlinico di Milano, Italia, han encontrado evidencia de consumo de cocaína en el siglo XVII, casi dos siglos antes de lo que se creía hasta ahora.
El hallazgo, publicado en la revista Journal of Archaeological Science, arroja nueva luz sobre la historia del uso de drogas en el continente y plantea intrigantes preguntas sobre el comercio transatlántico en la época colonial.
Este descubrimiento se realizó analizando tejidos cerebrales de dos individuos momificados, desenterrados en la cripta Ca’ Granda de Milán, un cementerio del siglo XVII asociado al Ospedale Maggiore, un hospital que atendía principalmente a personas de bajos recursos. Para su asombro, encontraron componentes activos de la planta de coca (Erythroxylum spp.) en ambas muestras, incluyendo el alcaloide de la cocaína, así como benzoilecgonina, una molécula que el organismo metaboliza a partir de la cocaína, e higrina.
“Los análisis toxicológicos realizados sobre restos arqueológicos son poco frecuentes en la literatura, pero constituyen una contribución sustancial a nuestros conocimientos sobre la historia de la medicina y sobre la vida y los hábitos de las poblaciones del pasado. De hecho, se han realizado análisis arqueotoxicológicos en cabellos de masticadores de hoja de coca precolombinos que han revelado el alcaloide de la cocaína, la benzoilecgonina sola, el metabolito inactivo de la cocaína o ambos”, aseguraron los científicos en su estudio.
Aunque es fácil encontrar relatos sobre el consumo de cocaína en el siglo XIX, se desconocía si las hojas se utilizaban en Europa con anterioridad. En ese sentido, este descubrimiento desafía la creencia generalizada de que la cocaína no llegó a Europa hasta el siglo XIX, cuando se desarrollaron métodos químicos para extraerla de la planta.
Aunque el estudio no encontró registros de uso medicinal de la coca en el hospital, algunos investigadores especulan que podría haberse utilizado con fines recreativos o, quizá, para aliviar el dolor, dado que los restos de cocaína se encontraron en tejidos que solo podrían haber sido consumidos poco antes de la muerte.
La presencia de higrina, un compuesto que se encuentra en las hojas de coca, pero no en la cocaína purificada, sugiere que estos individuos probablemente masticaban las hojas o las consumían en forma de té.
Nuevos interrogantes
Históricamente, la coca, nativa de Sudamérica, ha sido utilizada por siglos por las comunidades indígenas de la región para mitigar la fatiga y el apetito. Probablemente, la cocaína era el principal componente activo, aunque en bajas concentraciones dado que las hojas contienen numerosas otras sustancias que también podrían haber tenido un papel en su popularidad.
No obstante, su traslado a Europa en el siglo XVII habría representado un enorme desafío debido a las largas travesías transatlánticas y la posible degradación de la planta durante el viaje. Este hallazgo, entonces, genera dudas acerca de cómo las hojas de coca arribaron a Europa y su accesibilidad incluso entre los estratos más bajos, como lo indica el hallazgo de cuerpos en la cripta.
Editado por Felipe Espinosa Wang con información de Journal of Archaeological Science, Interesting Engineering y Phys.org