Desde el miércoles, 25 de septiembre, se evacuaron partes de la costa de Florida a medida que ese estado estadounidense se prepara para la llegada de Helene.

En un principio, se pronosticaba que llegara como un poderoso huracán y amenaza con inundaciones “catastróficas”. La tormenta tropical Helene se convirtió en huracán a mitad de la mañana en el Golfo de México.

Se informó que se esperaban “marejadas con riesgo mortal, vientos huracanados, lluvias e inundaciones en una gran parte de Florida y del sureste de Estados Unidos”, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, en su último boletín.

Asimismo, se confirmó que Helene se convirtió en un huracán de categoría 2. NHC, también, mencionó que “se espera que se fortalezca significativamente antes de tocar tierra en Floridad”. En su información añadió que “los preparativos para proteger la vida y la propiedad deben completarse rápidamente”.

Hay que recordar que desde el miércoles, el gobernador Ron DeSantis declaró el estado de emergencia para casi todos los 67 condados de Florida.

Según el NHC, “es probable que se produzca una marejada ciclónica catastrófica y mortal a lo largo de partes de la costa del Big Bend de Florida, donde la inundación podría alcanzar hasta 6 metros por encima del nivel del suelo, junto con olas destructivas”. La tormenta también podría “penetrar tierra adentro”, añadió.

Se prevé que Atlanta, metrópolis de Georgia situada a cientos de kilómetros de la costa del Golfo y en cuya región viven cinco millones de personas, sufra vientos con fuerza de tormenta tropical y lluvias torrenciales hasta el viernes.

Con información de la AFP y de redacción El País de Cali*