En muchas ciudades de Israel, las autoridades permanecieron cerradas este lunes 1 de septiembre y numerosos autobuses y tranvías fueron cancelados o solo circularon de forma limitada.
El aeropuerto internacional de Ben Gurion, en Tel Aviv, detuvo las salidas de vuelos durante dos horas, hasta reanudarlas de nuevo alrededor de las diez de la mañana.
Además, la Universidad Hebrea, la de Haifa, la universidad Abierta o la de Ben Gurion son algunos de los 17 centros que confirmaron su participación, como también hicieron seis de los bancos principales del país.
Freno a huelga contra el “abandono” de los rehenes
La huelga fue convocada por el mayor sindicato de Israel, Histadrut, en solidaridad con las familias de los rehenes, en un momento de creciente descontento en el país tras el hallazgo en la noche del sábado en Gaza de los cadáveres de seis rehenes, que fueron asesinados por Hamás entre el jueves y el viernes, tras haber sobrevivido a casi 11 meses de cautiverio, según el Ejército israelí.
Pero, según documentos judiciales vistos por Reuters, el Tribunal Laboral de Israel en Tel Aviv dictaminó que la huelga debe terminar a las 2:30 p.m. hora local.
El Fiscal del Estado había pedido a este tribunal que se pronunciase contra la huelga, asegurando que “no es una huelga por un conflicto laboral colectivo” sino política.
La demanda llegó después de que el ministro de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, contactara el domingo con el Fiscal General para pedir medidas cautelares con respecto a la huelga. “Se trata de una huelga política que no está bajo autoridad de Histadrut”, escribió también Smotrich en la red social X.