El presidente Joe Biden observó desde las alturas los estragos que el huracán Idalia causó en una franja de Florida antes de emprender un recorrido a pie por una ciudad que se recupera de la tormenta.
Brilló por su ausencia el gobernador Ron DeSantis —precandidato presidencial republicano— quien declinó acompañar a Biden después que dejara entrever que la visita del mandatario demócrata podría obstaculizar las acciones de respuesta al desastre.
Cuando le preguntaron sobre la ausencia de DeSantis, Biden dijo no estar decepcionado por el giro de los acontecimientos y agradeció la presencia de Rick Scott, uno de los dos senadores federales republicanos del estado.
Biden comprometió el total apoyo del gobierno federal para los habitantes de Florida.
El mandatario emitió sus palabras al aire libre cerca de una iglesia a la que los poderosos vientos de Idalia le arrancaron partes de su techo de láminas de metal y de una casa semidestruida por la caída de un árbol.
“Como le dije a su gobernador, si hay algo que su estado necesite, estoy listo para movilizar ese apoyo”, agregó. “Lo que sea que necesiten en relación a estas tormentas. Su nación los respalda y estará con ustedes hasta que se complete el trabajo”.
Horas antes, el alcalde de Live Oak, una localidad a unos 129 kilómetros (80 millas) al este de Tallahassee, la capital estatal, agradeció la visita de Biden y la primera dama, Jill Biden, y por “mostrarnos que somos importantes para ustedes”.
“Todo mundo cree que Florida es rica, pero este condado no es uno de los más ricos en el estado y hay personas que están sufriendo”, afirmó Frank Davis, quien dijo estar al tanto de que no hubo pérdidas de vidas ni lesionados graves.
En la escuela primaria Suwannee Pineview, donde se informó a la pareja presidencial sobre los daños que dejó a su paso la tormenta, las autoridades locales elogiaron a la Casa Blanca por haber declarado el estado de emergencia muy al principio y por la veloz fluidez de la asistencia federal.
“Las acciones del gobierno federal… son importantes”, afirmó Scott.
Durante la sesión informativa sobre las acciones de respuesta y recuperación se puso énfasis en la asistencia a los habitantes de Florida y sus comunidades para que vuelvan a levantarse, en tanto que la notoria ausencia de DeSantis al parecer ni inmutó a los habitantes ni a las autoridades.
Criswell dijo que las unidades a su cargo “no habían escuchado ninguna preocupación sobre algún impacto en las comunidades que hoy vamos a visitar”.
El viernes, horas después de que Biden dijera que se reuniría con DeSantis, la oficina del gobernador dijo en un comunicado que no había planes para ese encuentro.
“En estas comunidades rurales, y tan apenas después del impacto, sólo los preparativos de seguridad para una reunión habrían suspendido los actuales esfuerzos de recuperación”, dijo el portavoz de DeSantis, Jeremy Redfern, en un comunicado.
Balance de daños de Huracán Idalia
Florida comenzó este jueves a evaluar los daños provocados por las devastadoras inundaciones a raíz del paso del huracán Idalia, que fue degradado a tormenta y avanza ahora por la costa del sudeste de Estados Unidos.
Idalia tocó tierra en Florida el miércoles tras iniciar su trayectoria el lunes en Cuba y ahora amenaza el estado de Georgia con lluvias torrenciales y más inundaciones en las zonas costeras, donde los residentes ya sufren cortes de luz.
En Florida, Georgia y Carolina del Sur, más de 310.000 hogares estaban sin electricidad en la mañana del jueves, según el portal especializado PowerOutage.us. Las autoridades no han informado de víctimas, pero el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, advirtió que “esto puede cambiar” dada la magnitud de la tormenta.
Los funcionarios estatales indicaron que los equipos de rescate están operativos, pero admitieron que pueden demorar en llegar a zonas que bloqueadas por la caída de árboles o por las inundaciones. Idalia irrumpió en Florida, cerca de Keaton Beach, como huracán de categoría 3 en una escala de 5, con vientos de hasta 215 km/h a las 07h45 del miércoles, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés).
En algunas zonas de la costa, las aguas subieron hasta cinco metros, según el NHC. Después, Idalia perdió fuerza, pero generó vientos de cerca de 100 km/h en Georgia y Carolina del Sur.
“Todavía hay numerosas inundaciones” en Charleston, en Carolina del Sur, informó en la noche del miércoles a la cadena CNN el director de gestión de emergencias de la ciudad, Ben Almquist.