La Policía Boliviana identificó este miércoles a un presunto exintegrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el conflicto social y político que derivó en la dimisión de Evo Morales a la Presidencia del país.
"Esta persona responde al nombre de Facundo Molares Schoenfeld de 44 años de nacionalidad argentina", aseguró a los medios el comandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Santa Cruz (FELCC), Óscar Gutiérrez.
Molares Schoenfeld fue identificado recién esta jornada luego de que sus familiares llegaran a Bolivia para prestarle colaboración.
El presunto exguerrillero está desde hace varios días con un "coma inducido" a causa de las heridas que sufrió durante un enfrentamiento que se produjo en la ciudad cruceña de Montero, el pasado 30 de octubre.
Lea también: La presidenta interina de Bolivia nombra un gabinete de urgencia
Aquellos sucesos derivaron en la muerte por armas de fuego de dos activistas cívicos que protestaban contra el entonces presidente Morales, a raíz de las irregularidades en los comicios presidenciales del pasado 20 de octubre.
Gutiérrez informó de que tras valorarse las heridas del argentino y concluir que se trataba de un hecho violento se dispuso la escolta hasta que esta madrugada su padre llegó de Argentina para colaborarle.
El jefe policial explicó que fue en ese momento que "se secuestra su teléfono" al padre del supuesto guerrillero y que en el dispositivo se encontraron conversaciones en las que contaba a su progenitor las acciones que realizaba para defender al Gobierno de Morales.
"La presencia de esta persona con entrenamiento militar no es casual. Esta persona ha venido contratada y eso es lo que nosotros vamos a investigar", enfatizó Gutiérrez.
El director de la FELCC manifestó también que se realizarán indagaciones junto a la Dirección de Migración para establecer cómo ingresó a Bolivia, con quiénes y cuál es su círculo más próximo.
El paradero de Molares Schoenfeld, alias "Camilo", era todo un "misterio" hasta que esta madrugada se confirmó su identidad y su supuesta participación junto a los grupos que defendieron la gestión del hasta hace poco presidente boliviano.
La antigua guerrilla Farc, ahora convertida en partido político, y el Gobierno de Colombia firmaron hace tres años un acuerdo de paz, que ha tenido varias dificultades en su implementación y ha llevado al rearme de varios grupos de excombatientes que se han aliado con grupos narcotraficantes.
Las protestas en Bolivia que comenzaron después de las elecciones generales han dejado hasta el momento diez fallecidos y más de 500 heridos en distintos enfrentamientos en diversas regiones del país.