Un total de Diez personas fueron asesinadas y otras siete resultaron heridas en el ataque a un bar la noche del sábado en Querétaro, en el centro de México, según el responsable de seguridad de esta ciudad, que hasta ahora se había librado de la violencia del crimen organizado.
“Cuatro personas llegaron con armas de largo alcance en una furgoneta”, dijo Juan Luis Ferrusca Ortiz en un video publicado en X. “Dentro murieron diez personas y al menos otras siete resultaron heridas”.
“Entre las víctimas del ataque se encontraban tres mujeres, según la Fiscalía del estado de Querétaro, en México. Por el hecho una persona se encuentra detenida y será remitida a la Fiscalía General”, añadió Ferrusca.
Según se aprecia en las imágenes, los atacantes llegaron hasta el bar Los Cantaritos en una camioneta cuyo número de matrícula fue identificado, añadió la fuente, y ese vehículo fue posteriormente incendiado.
Al lugar llegaron cuatro asaltantes armados y encapuchados y descienden de un auto estacionado con las puertas abiertas frente al bar e irrumpen en el local. En la terraza, los clientes huyeron o se tiraron al suelo para escapar de los disparos, según otra grabación que muestra imágenes de la fiesta bruscamente interrumpida.
El bar Los Cantaritos está situado en el bulevar circular que rodea el centro histórico de Querétaro, una magnífica ciudad colonial que acogió a principios de septiembre la edición mexicana anual del Hay Festival, un encuentro de artistas e intelectuales.
“Todo el sistema de seguridad de Querétaro está movilizado para encontrar a los delincuentes”, dijo el gobernador del estado, Mauricio Kuri, en la red social X.
“Reitero al pueblo de Querétano que los responsables de este brutal hecho serán sancionados”, añadió. “Continuaremos sellando nuestras fronteras y manteniendo la seguridad de nuestro estado”.
“Hay cuatro grupos criminales que operan en Querétaro desde hace varios años”, analiza el experto en seguridad David Saucedo.
Según sostiene, el modus operandi de la tragedia del sábado por la noche se asemeja a la violencia en el vecino estado de Guanajuato, que comprende ataques a bares o restaurantes, ya sea para “cobrar la renta” (extorsión de los grupos criminales a los propietarios), o “porque un grupo rival vende droga en estos lugares”.