El alcalde de Nueva York, Eric Adams, dijo este jueves, que la ciudad no tiene más espacio para migrantes, y que se repartirán folletos en la frontera estadounidense con México animándolos a dirigirse a otro lugar y es que más de 90.000 inmigrantes, mayormente de Centroamérica y Sudamérica, llegaron a Nueva York desde abril del año pasado y sometieron los servicios a extrema exigencia.
“Nuestra taza se llenó. No tenemos más espacio en la ciudad”, declaró Adams en una rueda de prensa el 20 de julio.
La afluencia se produjo cuando estados liderados por los republicanos, como Texas, trasladan a los migrantes a zonas gobernadas por los demócratas para así protestar contra las políticas de inmigración del presidente Joe Biden. Casi 106.000 personas, entre ellas unos 54.000 migrantes, viven acogidos por la ciudad de Nueva York, ya sea en albergues u hoteles, según las autoridades.
Un folleto en inglés y español advertirá a los solicitantes de asilo que la vivienda en Nueva York es “muy cara” y que el costo de la comida, transporte y otras necesidades “es el más alto de Estados Unidos”.
Adams dijo que la ciudad quiere la gente enfrente “la verdadera realidad en la frontera, algo que el gobierno federal debería estar haciendo”. También anunció que los migrantes adultos solteros tendrán que volver a solicitar refugio después de 60 días para ayudar a liberar espacio para familias con niños.
“Nuestra compasión es infinita. Nuestro espacio no lo es”, dijo Ted Long, alto funcionario de la agencia que gestiona gran parte de los alojamientos de emergencia para migrantes.
“No podemos seguir absorbiendo decenas de miles de recién llegados por nuestra cuenta sin la ayuda del gobierno estatal y federal”, declaró a la prensa.
Nueva York fue históricamente un santuario para los inmigrantes, pero Adams intenta restringir gradualmente el número de recién llegados. Sus críticos le acusan de violar las leyes sobre el derecho a la vivienda, que obligan a la ciudad a proporcionar una cama a quien la necesite.
El anuncio “no solo socava el derecho a la vivienda, sino el papel definitorio de Nueva York como faro de promesas, inscrito en la base de la Estatua de la Libertad”, declaró el contralor municipal Brad Lander. La rama neoyorquina de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) calificó el plan del alcalde de “cruel” e “ilegal”.
Senadores de EE. UU. piden reasignar amparo migratorio para venezolanos y nicaragüenses
Veintiséis senadores estadounidenses pidieron este martes al gobierno del presidente Joe Biden que reasigne para venezolanos y nicaragüenses el amparo migratorio conocido como Estatus de Protección Temporal (TPS), se lee en una carta.
El TPS impide deportar y da acceso a un permiso de trabajo a ciudadanos extranjeros que no pueden regresar de manera segura a su país debido a desastres naturales, conflictos armados u otras condiciones extraordinarias.
Los senadores no piden una prolongación, sino una nueva designación, lo que permite a las personas que actualmente no tienen TPS presentar una solicitud de inscripción inicial.
“Ambos países cumplen claramente los requisitos para ser designados para el TPS en virtud de nuestras leyes de inmigración”, escribieron los senadores en la carta enviada al jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, y al secretario del Departamento de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas.
“Venezuela sigue asolada por la violencia, la inestabilidad y la represión, y los venezolanos sufren el colapso histórico del país” dirigido por el “represivo régimen de Nicolás Maduro”, se lee en el texto.
Los senadores acusan al gobierno venezolano de abusos de los derechos humanos, de haber encarcelado “a unos 245 presos políticos” y de inhabilitar a opositores políticos para que no puedan presentarse a las elecciones.
“La crisis humanitaria a la que se enfrenta el pueblo venezolano no ha hecho más que agravarse en los últimos dos años” con millones de personas que siguen sin poder acceder a la atención sanitaria básica y a una alimentación adecuada, alertan.
Los senadores, todos demócratas, salvo el independiente Bernie Sanders, estiman que la situación también ha empeorado en Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega ha transformado el país “en un estado policial en el que el poder ejecutivo ha instituido un régimen de terror y de supresión de todas las libertades”. En 2022, el gobierno nicaragüense cerró más de 2.000 oenegés e intensificó su represión contra la Iglesia católica. En febrero de 2023, privó a 316 personas de su nacionalidad y las expulsó del país.