La inflación de Estados Unidos volvió a sorprender a los analistas del mercado. Marcó un nuevo máximo desde finales de 1981 hasta 9,1% y aumentó la presión sobre la Reserva Federal para subir las tasas de interés. Los economistas esperaban un aumento de 8,8%. Los precios al consumidor se aceleraron en junio por los altos costos de la gasolina, los alimentos y la vivienda.
Los datos revelados por el Departamento de Trabajo mantendrán a los funcionarios de la Fed en un curso de política más agresiva para frenar la demanda de los consumidores. Al elevar las tasas de interés a un ritmo más rápido, se desacelerará la economía estadounidense y aumentarán los riesgos de una recesión en la primera economía del mundo.
Hasta el momento se creía que el banco central estadounidense podía subir 75 puntos básicos la tasa de intervención; sin embargo, algunos analistas han comenzado a aumentar las proyecciones hasta los 100 puntos básicos en su próxima reunión del 26 y 27 de julio, lo que representaría el mayor aumento de tipos de la era moderna de la Fed.
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“Creo que tienen tiempo, si quieren, para cambiar la expectativa a 100 puntos básicos. No considero que nos hayan dado una buena razón por la que deberían ir lento o de forma gradual”, dijo Michael Feroli, economista jefe para Estados Unidos de JP Morgan Chase en una nota recogida por Bloomberg.
El presidente de la institución, Jerome Powell, ya había mencionado en la rueda de prensa de la última reunión de política monetaria que era viable subir las tasas en 75 pb en julio. Desde entonces. la mayoría de sus colegas han repetido el mensaje o respaldado un movimiento más grande.
“Pensé que la Fed se desaceleraría a un ritmo de 50 puntos básicos por reunión a partir de septiembre, si las próximas dos cifras mensuales de inflación se parecen a las de mayo y junio, todas las apuestas se cancelarían y empezaríamos a ver un comportamiento mucho más agresivo en cuanto a política monetaria”, dijo Stephen Stanley, de Amherst Pierpont.
La gasolina jalonó el IPC
En general, los energéticos impulsaron el alza de los precios en EE.UU. en junio con un aumento de 7,5% frente a mayo. En comparación con junio de 2021, los precios de la energía subieron 41,6%. De este grupo, la gasolina fue la que más subió.
En un mes, los precios de los combustibles aumentaron 11,2%, mientras que en un año subieron casi 60%. Esto explica la visita del presidente Joe Biden a Oriente Medio, en donde se reunirá con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salman, para asegurar un impulso en la producción de crudo. Desde su primera parada en Israel, se refirió estos datos.
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“Solo la energía representó casi la mitad del aumento mensual de la inflación. Los datos de hoy no reflejan el impacto total de casi 30 días de descensos en los precios de la gasolina, que han reducido el precio en el surtidor en unos US$0,40 desde mediados de junio”, dijo el mandatario norteamericano.
Otro detonante de la los precios para los estadounidenses fueron los alimentos, los cuales subieron 1% en términos mensuales, pero 10,4%, en comparación con junio del año pasado. A este sector se han sumado otros como los servicios, el transporte y los vehículos de todo tipo.
Consecuencias de una posible recesión en EE.UU. para América Latina
Según Theodore Kahn, analista senior de Control Risks, la Fed va a seguir en su camino de subir las tasas de interés y crece la probabilidad de recesión en EE.UU. “Si esto pasa, tendrá varias implicaciones para América Latina y para Colombia. Un efecto importante sería una caída en los precios de petróleo. El riesgo de recesión, de hecho, ya está generando incertidumbre en los mercados financieros de los países emergentes”, dijo.