En un mundo cada vez más dominado por los dispositivos móviles, es sabido que mucha gente hace lo necesario para tener un aparato de alta gama. Pero lo sucedido recientemente en India, superó cualquier expectativa.
Sathi y Jaydev, una joven pareja, soñaba con emprender junta una carrera como influencers, pero tenía un gran problema y es que no contaba con un celular de buena calidad para realizar las fotos y videos que ello requiere.
Un contenido de calidad, entendían, es la clave para captar la atención de los internautas, en el competido mercado de las redes sociales.
Su sueño era empezar a ganar buen dinero, apenas su negocio digital hubiera despegado.
La pareja decidió que lo primero que tenía que hacer para darle marcha al proyecto era comprar un IPhone 14, el teléfono más avanzado de Apple.
Les parecía que no necesitaban nada más, dadas las excelentes condiciones de este teléfono, que también es muy apetecido por sus cámaras y las amplias posibilidades que ofrece a los creadores de contenido.
Sin embargo, Sathi y Jaydev hacen parte de los millones de jóvenes en India que afrontan condiciones de vida muy duras, de modo que si las necesidades básicas estaban regularmente satisfechas, mucho menos había dinero para comprar un celular que se caracteriza por estar en el top de la lista de los más caros.
En condiciones que no se han establecido, la pareja resolvió entonces echar mano de lo que estuviera al alcance para comprar el nuevo celular y no surgió mejor idea que vender a su bebé para obtener el dinero, según informó la revista Apple Insider.
El vil negocio se llevó a cabo, luego de que una clienta, Priyanka Ghosh, les dio lo que pedían por el pequeño.
Al parecer, volvieron a su casa como si nada, pero con el nuevo IPhone comprado, un detalle que empezó a inquietar a los vecinos, en particular porque no veían al niño y sospechaban lo peor.
Con el deseo cumplido, los jóvenes padres emprendieron su actividad como influenciadores, con un viaje a Bengala Occidental, donde grabaron videos para las redes sociales.
Pero cuando regresaron a casa, se encontraron con la mirada inquisitiva de los vecinos, quienes, en últimas, los presionaron tanto, que la madre confesó la venta de su hijo.
Según DailyO, Sathi fue arrestada, al igual que Pryanka Ghosh, la compradora del bebé. El padre, en cambio, sigue fugitivo de la justicia, que lo busca tenazmente por todo el país.
El caso en su contra puede que se vea afectado por el agravante de que ya intentó vender a su otra hija, de siete años.
La prensa local aseguró que la venta de niños para subsanar las duras condiciones económicas de los hogares no es nada extraña en el país asiático, pero se cree que no se había visto algo tan vil como intercambiar un niño para adquirir el teléfono de última moda.
El caso, además, refleja cómo India, a pesar de ser uno de los grandes proveedores de técnicos en computación del mundo, cuenta entre sus problemas con la gran dificultad que tienen los jóvenes para adquirir un celular de gama media y baja, dados los precios altos, a pesar de que estos aparatos se volvieron como de primera necesidad.
Mucho más grave es la situación de los dispositivos de alta gama, como el IPhone 14, cuyo preció está por el orden de los 975 dólares (unos 3.8 millones de pesos), que fue lo que debieron pagar Sathi y Jaydev, en lo que, quizá en el futuro, lleguen a calificar como el peor error de sus vidas.
Se trata de un precio inalcanzable para la mayoría de los habitantes de la nación, pues equivale a la cuarta parte del salario anual promedio.