En sus declaraciones, el Ejército de Israel admitió el ataque que realizó al campo de refugiados de Jabalia en la Franja de Gaza, asegurando que el bombardeo iba dirigido contra un centro de operaciones subterráneo de Hamás y no contra la población civil.
El Ejercito Israelí había confirmado que “su eliminación se llevó a cabo como parte de una amplia ofensiva en contra de los terroristas y las infraestructuras terroristas del Batallón Central de Jabalia, el cual había tomado el control de varios edificios civiles de la ciudad de Gaza”.
De acuerdo con el portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes, Daniel Hagari, “en el ataque fue asesinado Ibrahim Biari, comandante de Hamás, junto con otros miembros del grupo palestino. Además, se derrumbó una infraestructura subterránea donde “se planeaban actividades terroristas”, según destacó el informante.
En dichos ataques fueron asesinadas decenas de personas. Las cifras iniciales hablan de 50 cadáveres, entre los que se encuentran tres bebés y al rededor de 150 heridos.
Evidencia fotográfica deja ver un enorme cráter en medio de un campo de refugiados, que cuenta con 26 escuelas, un centro de distribución de alimentos, una biblioteca, dos centros de salud y siete pozos de agua.
El sufrimiento de los civiles en Gaza ha causado un profundo impacto, generando una ola de conmoción en todo el mundo. Las agencias humanitarias de la ONU han advertido que el tiempo se está agotando para los 2,4 millones de habitantes de este territorio palestino, que se encuentran bajo un asedio implacable, sin acceso a elementos básicos como agua, comida, combustible y medicamentos.
La situación en Gaza ha llegado a un punto crítico, donde el sufrimiento humano es insoportable. James Elder, el portavoz de UNICEF, expresó su indignación al referirse a Gaza como un “cementerio de miles de niños”, destacando la devastadora pérdida de vidas jóvenes en la región.
Además, la organización Médicos del Mundo ha revelado una situación desgarradora en los hospitales de Gaza. Los cirujanos se ven obligados a realizar operaciones en condiciones extremadamente precarias, incluso en el suelo, y realizar procedimientos como cesáreas o amputaciones sin anestesia debido a la falta de suministros médicos adecuados. Esta realidad desesperante subraya la urgencia de la ayuda humanitaria para aliviar el sufrimiento de las personas en Gaza.
Operación de Hamás y respuesta israelí
En la madrugada del sábado, Hamás lanzó la Operación Inundación de Al Aqsa contra Israel y disparó varios cohetes en contra de esta población. El ataque sorpresa se generó en respuesta al asalto mezquita de Al Aqsa en Jerusalén.
De acuerdo con el Ministerio de Salud israelí, al menos 800 civiles han muerto y más de 2.300 han resultado heridos en los combates.
Destrucción en Gaza
Imágenes suministradas por Reuters muestran una franja de destrucción en Gaza, en ellas se puede evidenciar la destrucción que dejaron los cráteres de bombas y viviendas destruidas mientras la gente escarbaba con sus manos entre los escombros en búsqueda de sus seres queridos, vivos o muertos.
Los médicos depositaron a los muertos en envueltos de telas blancas y realizaron con ellos una larga fila en frente del hospital, el cual se encontraba situado en la ciudad de Beit Lahiya, mientras los heridos, entre los que había niños, lloraban y eran trasladados al interior para recibir atención médica en medio del caos.
De acuerdo con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, este martes se realizó un nuevo llamado a las entidades mundiales para proteger a los civiles atrapados en el conflicto, subrayando la necesidad de que todas las partes adopten un comportamiento proporcionado y tomen las precauciones necesarias.