El presidente Jair Bolsonaro salió este domingo a las calles para participar en un mitin con sus seguidores, sin portar mascarilla y rompiendo las medidas de distanciamiento social a pesar de que los casos de coronavirus aumentan en Brasil.
El presidente llegó a la concentración afuera del palacio presidencial en Brasilia con una mascarilla blanca, pero muy pronto se la quitó para saludar a la multitud, estrechar manos y abrazar a sus seguidores. En un momento incluso cargó a un niño pequeño sobre sus hombros.
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La concentración tuvo lugar en momentos en que Brasil se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia.
Con cerca de 350.000 casos confirmados, Brasil ahora es el segundo país con más número de infectados en el mundo, después de Estados Unidos. En esta nación se han registrado más de 22.000 muertes.
Expertos consideran que la falta de tests sugiere que las cifras probablemente son mucho más altas.
Bolsonaro ha comparado el virus con una "gripita" y argumenta que las medidas para quedarse en casa están dañando de manera innecesaria a la economía.
Sonrió mientras sus partidarios le gritaban:"¡Leyenda!" y "¡El pueblo te apoya, Bolsonaro!".
Aunque Bolsonaro tiene una sólida base que lo apoya - cerca del 30% de los votantes, de acuerdo con encuestas -, enfrenta una gran cantidad de críticos por su manejo de la crisis del coronavirus, y por una explosiva investigación que busca aclarar si obstruyó a la justicia al tratar de proteger a su familia de indagatorias de la policía.
La investigación dio un giro sorprendente el viernes cuando Celso Mello, el juez de la Corte Suprema que la ordenó, publicó un video de una reunión de gabinete del 22 de abril que los investigadores han estado analizando en busca de pruebas.
En el video, Bolsonaro y sus ministros lanzan insultos a gobernadores de estados, hablan de encarcelar a jueces de la Corte Suprema y apenas mencionan la pandemia del coronavirus en un momento en que se estaba convirtiendo en una bola de nieve en Brasil.
Algunas veces identificado como un "Trump tropical", Bolsonaro ha roto con frecuencia las reglas de distanciamiento social.
Durante la pandemia, el presidente brasileño ha coqueteado con la controversia al asistir a mítines, saliendo a comer a la calle, organizando asados y asistiendo al campo de tiro.