A pesar de que el presidente electo de Argentina, Javier Milei, fue aliado político del exmandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, y que en su momento calificó de “corrupto” o “ladrón” al actual jefe de Gobierno brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, lo invitó al evento de su posesión presidencial, el próximo 10 de diciembre.
“Le hago llegar el presente mensaje, portador de mi saludo cordial y a fin de transmitirle la invitación para que me acompañe, el próximo 10 de diciembre, en los actos que aquí tendrán lugar con motivo de mi asunción del Mando Presidencial”, dice la invitación, en la que muestra su “deseo” de que el “tiempo en común” como presidentes “sea una etapa de trabajo fructífero y construcción de lazos”.
Por consiguiente, la diputada electa y futura ministra de Exteriores argentina, Diana Mondino, viajó hasta Brasilia, “en una visita relámpago que fue mantenido en sigilo hasta el último momento”, para entregarle personalmente la carta de invitación al jefe de la diplomacia de Brasil, Mauro Vieira.
“Ambas naciones tenemos muchos desafíos por delante y estoy convencido de que un cambio en lo económico, en lo social y lo cultural, basado en los principios de la libertad, nos posicionará como países competitivos en los que sus ciudadanos puedan desarrollar al máximo a capacidades y, así, elegir el futuro que deseen”, se lee en la misiva.
Asimismo, se enfatiza que ambos países están vinculados por la geografía y la historia, por lo que tienen la intención de continuar compartiendo áreas comunes en términos de comercio y presencia internacional, con el fin de generar crecimiento y prosperidad para ambos países.
Por su parte, Mondino, en su encuentro con Vieira, ha manifestado que Milei, que llegó a asegurar que no se reuniría con Lula si fuese jefe de Estado porque además es “comunista”, “nunca dijo nada agresivo” sobre el presidente brasileño: “Crearon una imagen equivocada. Milei nunca fue el monstruo que inventaron”, puntualizó la diplomática.