El jefe supremo de Afganistán exhortó este viernes a la comunidad internacional a reconocer al gobierno talibán y estimó que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas ayudaría a resolver los problemas del país.
Hasta ahora, ningún país ha reconocido formalmente al nuevo régimen afgano, instalado tras el retorno de los talibanes al poder en agosto del año pasado.
En un mensaje divulgado el viernes, poco antes de la "fiesta de la ruptura del ayuno" que marca el fin del mes de ramadán, el jefe supremo, Hibatulá Akhundzada, no se extendió sobre los puntos de fricción con la comunidad internacional, en particular el tema de la reapertura de las escuelas secundarias para las niñas.
En cambio, consideró que el reconocimiento era la prioridad "para que podamos resolver nuestros problemas, respetando las normas y principios diplomáticos".
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"Sin lugar a dudas, el mundo se ha transformado en una pequeña aldea" global, agregó Akhundzada, que vive recluido en Kandahar, centro espiritual de los talibanes.
"Afganistán tiene un rol que desempeñar en la paz y la estabilidad del mundo. Por ello el mundo debería reconocer al Emirato islámico", agregó el jefe supremo.
Este mensaje fue divulgado en momentos en que la seguridad sigue deteriorándose en Afganistán, con varios atentados con bomba reivindicados por el grupo Estado Islámico.
La situación de las mujeres
La comunidad internacional quiere que el reconocimiento y la ayuda humanitaria que necesita desesperadamente Afganistán estén directamente vinculados con el respeto de los derechos de las mujeres.
Al retornar al poder, los talibanes se habían mostrado más flexibles que en su primer régimen (1996- 2001), cuando las mujeres estuvieron privadas de casi todos sus derechos.
Pero, luego, han mermado progresivamente esos derechos, tras 20 años de libertad conquistada por las mujeres.
Ahora éstas están excluidas de los empleos públicos, no pueden viajar solas, o deben vestirse según una interpretación estricta de la ley islámica.
En marzo, los talibanes volvieron a impedir que las niñas y jóvenes fueran a la escuela, poco después de haber anunciado su apertura para ellas. Este inesperado cambio, que solo se justificó al decir que la educación de las mujeres debe hacerse según la sharía, escandalizó a la comunidad internacional.
Varios responsables talibanes confiaron a la AFP que esta decisión fue tomada personalmente por Akundzada.
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En su mensaje, el jefe supremo de Afganistán aseguró que "respetamos y defendemos todos los derechos de la sharía para los hombres y las mujeres en Afganistán(…). "No utilicen este tema humanitario y emocional como un instrumento con fines políticos", instó.
Akhundzada también afirmó que el gobierno estaba dispuesto a respetar la libertad de expresión en el marco de los "valores islámicos".
Desde su llegada al poder en agosto, los talibanes han cerrado centenares de medios de comunicación, prohibido la música en público e impedido la difusión de películas o series que incluyan a mujeres.