Joe Biden le bajó la temperatura este miércoles al enfrentamiento con el actual presidente, Donald Trump, quien denunció que ha habido fraude y pidió reconteo en algunos estados.
Biden aprovechó su discurso para hacer un llamado a la unidad y al mismo tiempo se mostró seguro de que ganará las elecciones.
Desde Wilmington, Delaware, y acompañado de Kamala Harris, su fórmula vicepresidencial, el candidato demócrata empezó resaltando que la jornada de este martes "probó nuevamente que la democracia es el corazón de esta nación. Lo ha sido por dos siglos, e incluso a pesar de la pandemia, más estadounidenses votaron que en cualquier otro momento de la historia norteamericana".
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Aunque no mencionó al presidente Trump, en su discurso hizo referencia a las palabras del actual mandatario, que en la madrugada de este miércoles se declaró ganador y amenazó con dirigirse a la Corte Suprema para detener el conteo de votos.
"Aquí, el pueblo manda. El poder no se puede tomar por la fuerza o afirmar, él viene del pueblo. Y es su voluntad la que determina quién será el presidente de los Estados Unidos", dijo Biden.
Para el exvicepresidente, "es claro que hemos ganado los suficientes estados para alcanzar los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia". Aunque no se declaró vencedor, se mostró confiado en lograr la presidencia cuando el escrutinio finalice.
Destacó su victoria en Wisconsin por un margen similar al que lo hiciera Trump en 2016 y el triunfo en Michigan por una distancia mayor a la lograda por el republicano hace cuatro años. Además afirmó sentirse "muy bien" con respecto a Pensilvania, cuyo conteo es actualmente liderado por el jefe de Estado.
Joe Biden fue declarado este miércoles como ganador en los estados de Michigan y Wisconsin. Si gana en Arizona y Nevada, donde lidera, alcanzará los 270 votos electorales necesarios para llegar a la presidencia.
Llamado a la unión y al respeto
Biden, a diferencia de su contendor, centró su discurso en llamar a la unión del pueblo estadounidense y el respeto a las instituciones democráticas.
"Una vez esta elección se acabe, será el momento para hacer lo que siempre hemos hecho como estadounidenses: dejar atrás la dura retórica de la campaña. Bajar la temperatura, mirar al otro, escucharlo de nuevo, respetarnos y cuidarnos los unos a los otros. Unirnos, sanar, juntarnos como nación", enfatizó el demócrata.
Agregó que "sé que no será fácil, no soy ingenuo. Sé cuán profundas y rígidas son las posiciones contrarias en nuestro país. Pero para progresar, tenemos que dejar de tratar a nuestros oponentes como enemigos. No somos enemigos. Lo que nos une como estadounidenses es mucho más fuerte que lo que nos separa".
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Aseguró que aunque enfrentó la campaña como demócrata, gobernará como un presidente para todos los estadounidenses. "La presidencia representa a todos en esta nación y exige la obligación de cuidar a todos los ciudadanos", recalcó.
Dijo además que "cada voto debe ser contado. Nadie nos va a quitar nuestra democracia. Ni ahora ni nunca" .
"Nosotros, el pueblo, no vamos a ser silenciados. Nosotros, el pueblo, no vamos a ser intimidados. Nosotros, el pueblo, no nos vamos a rendir", afirmó.
Finalizó su discurso asegurando que está confiado en que lograrán la victoria.
"Pero esta no será mi victoria solamente, o nuestra victoria solamente. Será una victoria de todo el pueblo estadounidense, de la democracia, de Estados Unidos. Y no habrá estados azules, o rojos cuando ganemos, solo los Estados Unidos de América", puntualizó.