Tras ganar las elecciones a la presidencia de Panamá este domingo, José Raúl Mulino, promovido por el exmandatario Ricardo Martinelli, es un abogado derechista con fama de autoritario: “Voy a cerrar el Darién”, prometió en campaña, hablando sobre la selva panameña que cruzan los migrantes con rumbo a Estados Unidos.
Mulino, quien a última hora superó un problema judicial que estuvo a punto de anular su candidatura de reemplazo, se impuso a otros siete postulantes con el 34% de votos, nueve puntos arriba de su rival más cercano, el centroderechista Ricardo Lombana.
Mulini se reconoce a sí mismo como un hombre de carácter fuerte, es más, hace unos días afirmó que “el gobierno es el que manda y, si se equivoca, vuelve y manda”.
Sin titubeos propuso como solución a la crisis migratoria “cerrar el Darién”, la complicada selva fronteriza con Colombia por donde medio millón de personas pasaron en 2023. “La frontera de Estados Unidos en vez de Texas se corrió a Panamá”, indicó.
Cuando fue ministro de Seguridad del gobierno de Martinelli, entre el 2009 y el 2014, durante una jornada de protestas llamó a gritos “maleantes de mier**” a un grupo de trabajadores que bloqueaban el tránsito.
Aunque es confrontativo no acudió a ningún debate presidencial, muy seguro de la popularidad de su mentor, que se asiló en febrero en la embajada de Nicaragua, desde donde hizo campaña por él, tanto así que en la jornada electoral del domingo, tras votar, visitó a Martinelli en la sede diplomática: “Vamos a ganar”, se dijeron con un fuerte abrazo.
Bajo la sombra de Martinelli
El papel que jugará Martinelli en un gobierno de Mulino a partir del 1 de julio continúa siendo un misterio, aunque sus adversarios sospechan que le podría otorgar un salvoconducto para que salga de la embajada, ase más, algunos opositores comentan que el exgobernante será quien ejerza poder detrás del trono.
Mulino debe su triunfo a los miles de seguidores de Martinelli, a quien llaman el ‘Loco’, y que sueñan con una nueva versión de los años de bonanza económica. “El voto de Martinelli es lo que me tiene aquí”, reconoció en campaña Mulino, para quien el juicio donde su exjefe fue condenado a 11 años de prisión fue “una farsa”.
Como candidato del partido Realizando Metas, fundado por Martinelli, prometió construir un ferrocarril de la capital hasta Chiriquí, su ciudad de nacimiento la cual queda en frontera con Costa Rica, y reformar el colapsado sistema de pensiones.
También aseguró que construirá un hospital de mascotas que se llamará “Bruno”, el nombre del perro de Martinelli que lo acompaña en la legación diplomática.
Ni un paso a la izquierda
José Raúl Mulino es un especialista en derecho marítimo, dirigió en 2013 la captura de un buque carguero norcoreano que, en violación de un embargo de la ONU, transportaba ocultos aviones de combate de la fuerza aérea cubana para ser refaccionados.
Tras el fin de la dictadura, fue un tiempo canciller en el gobierno democrático de Guillermo Endara (1989-1994). En la administración de Martinelli fue brevemente ministro de Gobierno y Justicia, y luego de Seguridad.
Tras salir del gobierno, estuvo en prisión preventiva por supuesta corrupción entre 2015 y 2016, pero fue liberado por errores procesales. Dice que fue “preso político” en ese lapso.
“Sin que esto sea algo escrito en piedra, yo soy una persona de centroderecha, para la izquierda no voy a coger nunca”, aseguró hace unas semanas.
Católico, Mulino está casado con Maricel Cohen, dueña de un negocio para mascotas. Afirma que le encanta pasar el tiempo, entre gallinas y conejos, en la finca que su esposa le regaló cuando cumplió 50 años.
*Con información de AFP.