El juez que preside el juicio contra el expresidente estadounidense Donald Trump, Juan Merchán, decidió que será el próximo 11 de julio la fecha en la que se conocerá la sentencia contra el exmandatario que tiene todas las opciones para ser candidato por el Partido Republicano. El fallo pone a Estados Unidos en un territorio político inexplorado, pero no le impide a Trump postularse a la presidencia, incluso en el caso de que el expresidente sea condenado a prisión.
El veredicto llega a pocas semanas de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, donde Trump recibirá la nominación formal del partido para enfrentarse al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones generales del 5 de noviembre.
El jurado de 12 miembros deliberó durante más de 11 horas durante dos días luego de un juicio de cinco semanas que tuvo lugar en una sala de audiencias de Manhattan. Más temprano, al llegar al tribunal, Trump volvió a llamar “corrupto” al juez Merchan, que lo ha multado por sus reiterados ataques públicos. La identidad de los miembros del jurado, siete hombres y cinco mujeres, se mantuvo en secreto para protegerlos de las tensiones políticas.
Poco antes de anunciar que llegaron a un veredicto, los jurados se retiraron de la sala para deliberar a puertas cerradas, con sus notas y una computadora que contiene las pruebas del caso. Habían pedido volver a escuchar extractos de los testimonios de dos protagonistas clave del caso, el exjefe de un tabloide cercano a Trump, David Pecker, y el exabogado personal y hombre de confianza del expresidente, quien ahora es el acusador principal del caso, Michael Cohen.
Sus testimonios se refieren en particular a una reunión que mantuvieron con Trump en agosto de 2015 en la Trump Tower de Nueva York, donde habrían ideado un plan para evitar cualquier posible escándalo que afectara al futuro candidato a la Casa Blanca, incluso si implicaba pagar a cambio de silencio.
Ahora que fue declarado culpable, las repercusiones políticas superarían con creces la gravedad de los cargos, ya que, apenas cinco meses antes de las elecciones presidenciales, el candidato también se convertiría en un criminal con condena.
“Sentido común”
En sus argumentos finales el martes, la defensa de Trump insistió en que las pruebas para una condena simplemente no existen, mientras que la fiscalía respondió que son voluminosas e ineludibles.
“La intención del acusado de defraudar no podría ser más clara”, dijo el fiscal Joshua Steinglass, instando a los jurados a recurrir a su “sentido común” y emitir un veredicto de culpabilidad. Pese a que Trump enfrenta hasta cuatro años de prisión por cada uno de los 34 cargos, los expertos legales dicen que por no tener antecedentes penales es poco probable que vaya a la cárcel.
Trump, obligado a asistir a todas las audiencias, había utilizado sus comparecencias para difundir su afirmación de que el juicio es una estratagema demócrata para mantenerlo fuera de la campaña electoral. Las encuestas muestran a Trump cabeza a cabeza con el presidente Joe Biden, y el veredicto de culpable inflamará pasiones a medida que se intensifica la carrera por la Casa Blanca.
Además del caso de Nueva York, Trump ha sido acusado en Washington y Georgia de conspiración para anular los resultados de las elecciones de 2020. También enfrenta cargos en Florida por llevarse enormes cantidades de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca.
*Información de AFP*