Carlos III, de 75 años, sufre un cáncer diagnosticado menos de año y medio después de suceder a su madre, Isabel II, y comenzó un tratamiento, pese al cual seguirá “atendiendo los asuntos de Estado”.
La enfermedad, de cuyo alcance no se ofrecieron detalles, fue descubierta a raíz de una reciente operación de próstata, anunció el lunes el Palacio de Buckingham.
“Durante la reciente intervención del rey en un hospital por hipertrofia benigna de próstata, se detectó un problema concreto” y “las pruebas posteriores identificaron una forma de cáncer”, explicó la casa real.
El Palacio precisó que no se trata de un cáncer de próstata.
El rey “ha iniciado hoy un tratamiento, durante el cual los médicos le han aconsejado que posponga sus eventos públicos”, anunció un comunicado, pero seguirá “atendiendo los asuntos de Estado y las tareas administrativos como de costumbre”.
¿Entonces qué es lo que tiene Carlos III?
En medicina, la enfermedad se conoce como “hiperplasia benigna de la próstata” o hiperplasia benigna de la próstata (HBP). Tiene que ver con el agrandamiento de la glándula prostática y no tiene que ver con el desarrollo de cáncer. Es una afección que ocurre con frecuencia en los hombres a medida que envejecen.
“Durante la reciente intervención del rey en un hospital por hipertrofia benigna de próstata, se detectó un problema concreto” y “las pruebas posteriores identificaron una forma de cáncer”, explica el comunicado.
Según el Palacio de Buckingham, el monarca británico “es muy optimista sobre su tratamiento y espera reanudar sus funciones públicas lo antes posible”.
Con información de AFP.