La proclamación de la senadora opositora Jeanine Áñez como presidenta interina de Bolivia sigue dejando distintas posiciones y comentarios, tanto a favor como en contra de su mandato provisional.
Áñez, segunda mujer en la historia que llega a la jefatura de Estado del país andino, asumió la presidencia luego de ingresar al antiguo Palacio de Gobierno con una biblia grande en sus manos, alentada por los seguidores que la acompañaron.
"Gracias a Dios que ha permitido que la biblia vuelva a entrar a Palacio. Que él nos bendiga y nos ilumine", dijo la ahora presidenta interina de Bolivia, mientras avanzaba hacia la entrada del también conocido como Palacio Quemado.
En su discurso aseguró que está "ocupando el puesto que le corresponde", ya que afirma que se actuó según la Constitución boliviana y asumió la presidencia interina porque "no podía haber ausencia del Estado" ante los actos de "vandalismo en la calle".
"La demanda de la sociedad era pacificar a Bolivia. No podíamos ser indiferentes a la situación que nos dejó Evo Morales", aseveró.
El proceso ha sido calificado por el oficialismo como inconstitucional, ya que el acto en el que se posesionó Áñez en la Cámara de Senadores solo se realizó ante congresistas opositores, puesto que los diputados afines a Evo Morales, que son mayoría, no acudieron aludiendo "falta de garantías de seguridad".
Los oficialistas alegan que no había cuórum y afirman que este miércoles sesionarán para rechazar la carta de renuncia de Evo Morales "para que directamente vuelva y asuma todas las funciones del Estado plurinacional", dijo el diputado Rubén Chambi, en declaraciones a RT.
Por su parte, las Fuerzas Armadas reconocieron a Áñez como presidenta interina y se pusieron a su disposición.