La COP16, una conferencia de la ONU sobre desertificación y degradación de las tierras, empieza el lunes en Arabia Saudita con advertencias de los expertos de las graves consecuencias de la deforestación y la agricultura intensiva en el planeta.
En la apertura de la 16ª reunión de la Convención de Naciones Unidas sobre la Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la organización, hizo un llamado a “adoptar un enfoque global que tenga en cuenta los estrechos vínculos entre la desertificación, la pérdida de diversidad biológica y el cambio climático”.
La conferencia que se realiza hasta el 13 de diciembre en Riad, fue presentada por el jefe de la ONU, António Guterres, como un “momento decisivo” en el combate contra la sequía y el avance de los desiertos.
La última conferencia organizada en 2022 en Costa de Marfil culminó con el compromiso de “acelerar la restauración de mil millones de hectáreas de tierras degradadas”, cuya calidad ha sido alterada por actividades humanas como la contaminación o la deforestación, de cara a 2030.
La UNCCD, que reúne a 196 países y la Unión Europea, estima que será necesario restaurar 1.500 millones de hectáreas de tierras degradadas antes del fin de la década, un desafío colosal a escala mundial.
El reto de la COP16 sobre la desertificación es alcanzar un consenso sobre la necesidad de acelerar la restauración de tierras degradadas y desarrollar una estrategia “proactiva” ante las sequías, explicó a la AFP Thiaw.
“Hemos perdido ya un 40% de nuestras tierras y suelos”, lo que tiene consecuencias en la seguridad alimentaria y las migraciones, afirmó y añadió que “la seguridad mundial está realmente en juego y lo vemos por todo el mundo. No solo en África, no solo en Oriente Medio”.
“Si continuamos dejando que las tierras se degraden, sufriremos enormes pérdidas”, advirtió de su parte el ministro adjunto de Medio Ambiente de Arabia Saudita, Osama Faqeeha. “La degradación de tierras es un fenómeno mayúsculo que pasa desapercibido”, lamentó.
Las reuniones en Riad empiezan diez días después del fin de la COP29 en Azerbaiyán, en la que Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, fue acusada de impedir una mención a la salida de las energías fósiles en el acuerdo final.