Desde cuentas de falsos periodistas hasta videojuegos con temas de guerra que alimentan narrativas equivocadas, las plataformas de redes sociales están luchando por contener un tsunami de información errónea en torno a las hostilidades palestino-israelíes después de flexibilizar las políticas de moderación de contenido.
Si bien los grandes acontecimientos mundiales suelen desencadenar una avalancha de falsedades, los investigadores sostienen que la escala y la velocidad con la que la desinformación en internet proliferó tras el ataque del fin de semana contra Israel por parte del grupo islamista palestino Hamás no se había visto nunca antes.
El conflicto, agregan, ofrece un sombrío caso de estudio de la mermada capacidad de destacadas plataformas como Facebook, propiedad de Meta, y X, antes Twitter, para combatir la información falsa en un clima de despidos y recortes de costos que han destruido los equipos de confianza y seguridad.
Para agravar el problema, en X -propiedad de Elon Musk-, se han tomado una serie de medidas polémicas, como la restauración de cuentas que difunden conspiraciones falsas y un programa de reparto de ingresos publicitarios con los creadores de contenidos que, según los investigadores, incentiva la participación en lugar de la precisión.
Los expertos temen que estas medidas hayan aumentado el riesgo de que la desinformación provoque daños en el mundo real, amplificando el odio y la violencia, especialmente en un escenario de crisis de rápida evolución.
“Las redes sociales están luchando por seguir el ritmo del constante flujo de desinformación e incitaciones a la violencia”, dijo a la AFP Andy Carvin, del Laboratorio de Investigación Forense Digital (DFRLab, por sus siglas en inglés) del Atlantic Council.
En X “los cambios han destrozado por completo lo que antes era una de sus mayores fortalezas: monitorear las noticias de última hora y ayudar a los usuarios a separar la realidad de la ficción”.
Avalancha de estafadores
Los usuarios de las redes sociales están siendo bombardeados con fotos de combate falsas, videos antiguos de Siria reutilizados para que parezcan en Gaza e imágenes de videojuegos que se hacen pasar por un ataque de Hamás, afirman los expertos.
Una imagen que circula por Internet pretendía mostrar a soldados israelíes capturados por Hamás, pero los verificadores de datos de la AFP descubrieron que la foto había sido tomada en 2022 durante un ejercicio militar en Gaza.
Los verificadores de AFP también encontraron varias publicaciones en X, Facebook y TikTok que promovían un documento falso de la Casa Blanca en el que se asignaban 8.000 millones de dólares en ayuda militar a Israel.
Alessandro Accorsi, analista senior del grupo Crisis Group, afirmó que “la enorme cantidad de videos e imágenes falsos y antiguos de ataques que circulan (por Internet) está dificultando la comprensión de lo que está ocurriendo” en Israel y Gaza.
“En crisis como atrocidades terroristas, guerras y catástrofes naturales, la gente tiende a acudir a las plataformas de redes sociales en busca de información rápidamente accesible”, dijo a la AFP Imran Ahmed, director ejecutivo del Centro para Contrarrestar el Odio Digital.
“(Pero) la avalancha de estafadores que difunden mentiras y odio para conseguir participación y seguidores, combinada con algoritmos que promueven este contenido extremo y perturbador, es la razón por la que las redes sociales son, de hecho, un lugar tan malo para acceder a información fiable”.
Fundamentalmente rota
Para empeorar las cosas, las plataformas tecnológicas parecen estar abandonando los esfuerzos por elevar la calidad de la información.
El tráfico de las redes sociales a los principales sitios web de noticias desde plataformas como Facebook y X ha caído en picada en el último año, según datos de la empresa de investigación Similarweb, citados por medios de comunicación estadounidenses.
El propio Musk recibió duras críticas cuando animó a sus casi 160 millones de seguidores en X a seguir dos cuentas “buenas” para estar al día sobre la guerra. Ambas son conocidos proveedores de información falsa.
Más tarde, Musk borró su mensaje, pero ya había acumulado millones de visitas. X no respondió a la solicitud de comentarios de la AFP.
“Aunque todavía hay innumerables periodistas e investigadores talentosos que siguen utilizando X para ayudar al público a entender mejor lo que está pasando, la relación señal-ruido se ha vuelto intolerable”, dijo Carvin, de DFRLab.
“Su utilidad como herramienta confiable de investigación e información está fundamentalmente rota y puede que nunca se recupere”.
Con información de AFP