Ana y Daniel Parra son dos hermanos españoles que iniciaron una amistad en 2017 por medio de las redes sociales cuando ella tenía 20 años y el 17.
La increíble historia inició por medio de una solicitud de amistad y luego de mucho conversar inició una historia de amor juvenil que al principio se parecía a todos los romances adolescentes. El problema inició cuando Ana y Daniel se enteraron que eran hijos del mismo padre, esto debido a que a medida que se conocían y hablaban de su pasado, comprendieron la verdad detrás de su amor.
La primera en enterarse fue Ana, ya que atando cabos tuvo una perspectiva de lo que estaba pasando. A medios de comunicación españoles, Ana reveló: “Mi madre estaba casada y quedó embarazada de mí. Pero cuando yo tenía unos pocos meses mi padre nos abandonó y creó otra familia”.
A pesar de ello, el vínculo que habían formado era muy fuerte y estando lejos o cerca, el amor seguía floreciendo entre ambos. Unos días después de conocerse en línea se vieron y nunca se sintieron incómodos de ninguna manera.
Cuando se conocieron Ana tenía pareja, pero se separó de esa persona para irse a vivir cerca a Daniel. Ellos compartían mucho tiempo juntos yendo a cine, a cenar y disfrutaban el uno con el otro, luego de un tiempo decidieron vivir juntos.
Con el paso del tiempo, todos los que los rodeaban comenzaron a notar que entre Ana y Daniel había más de que una relación de hermanos y fue Daniel quien rompió el hielo y en una fiesta la besó en frente de todos sus amigos.
“Yo pensé: ‘Me va a decir, se me ha ido la olla, ¿Qué he hecho?’, pero el caso es que volvió a besarme y pasamos toda la noche juntos”, explicó Ana.
Por el miedo al qué dirán y debido a los tabús que existen sobre el tema, los dos trataron de evitar que su amor se desarrollara, pero como esto no funcionó, decidieron formalizar un noviazgo.
“La sociedad se rige por unas normas morales y nuestra moral, en el fondo, nos impedía dar ese paso. Y es una tontería ya que, si lo piensas, nuestra relación es como cualquier otra excepto por un libro de familia que dice que somos hermanos de sangre”, dijo Daniel al medio de comunicación ‘El Español’.
Después de pasar algunos años como pareja, ambos consultaron con los profesionales en la salud los riesgos de tener un hijo, teniendo en cuenta que son hermanos. A pesar de los miedos que tenían, los médicos señalaron que el riesgo de que sus hijos nacieran con enfermedades recesivas era solo de un 4% más alto que cualquier otra pareja.
Un tiempo después, la pareja se enteró de que esperaban gemelas, sin embargo, una de ellas falleció por problemas que no están relacionados con el parentesco de los padres.
Hoy en día, Ana y Daniel son padres de dos hijos de cinco y tres años de edad y, según ellos, están igual de enamorados que la primera vez.
A pesar de su relación, ellos no pueden cesarse en España debido a que el Código Civil del país prohíbe el matrimonio entre parientes directos, aunque el incesto no es un delito desde 1978.
Por ello Ana y Daniel han pensado en viajar a Suecia, para poder casarse, pero el viaje es un gasto económico muy grande y no lo harán por el momento.