La leyenda relata que el rey Carlos II (1660-1685) escuchó una profecía que decía que si los cuervos dejaban algún día esa torre situada a orillas del Támesis, esta se hundiría y el reino de Inglaterra con ella.

Desde entonces, los miembros de los Yeomen Warders, el cuerpo de guardias encargados de vigilar este célebre castillo medieval que alberga las joyas de la Corona, se ocupan del cuidado de estos pájaros y velan para que al menos seis permanezcan en el recinto, como dictan las reglas promulgadas por Carlos II.

En los últimos días, revivió el temor por la tétrica profecía, luego de que se confirmara la muerte de otro de los cuervos que vivía en el castillo.

Un cuervo se clava sus garras en una valla dentro de su recinto en la Torre de Londres el 29 de julio de 2024. | Foto: AFP

Según la información publicada por Historic Royal Palaces (HRP), la organización benéfica independiente que gestiona la Torre, Erin y Rex, aseguró que cuervos de un año murieron por causas desconocidas en agosto de 2022 y septiembre de 2024.

El medio británico Metro dio a conocer que un tercer cuervo, llamado Gripp, murió en julio de 2023, luego de que su cabeza se quedara atrapada en una jaula y otras aves lo atacaran. Aunque este caso ocurrió hace más de un año, la historia fue revelada el 3 de octubre de este año.

Hasta septiembre, siete cuervos vivían en la antigua prisión, uno más de los necesarios para estar a salvo entre imprevistos. Pero, tras la muerte de Rex, actualmente la Torre de Londres tiene seis cuervos: Jubilee, Harris, Poppy, George y los hermanos Edgar y Branwen.

El ‘maestro de cuervos’

Michael Chandler, comando de los Marines Reales, ha operado en los terrenos más peligrosos, pero su misión actual es todavía más crucial: como ‘Maestro de cuervos’ de la Torre de Londres es responsable de la supervivencia del Reino Unido.

Desde marzo de este año, Michael Barney Chandler, de 57 años, se ha puesto al frente de esta tarea como ‘Maestro de cuervos’, una función que se toma muy en serio.

Vestido con un uniforme negro y rojo, reconocible por su sombrero redondo de ala plana, lidera un equipo de cuatro hombres encargados de alimentar, curar y vigilar a los pájaros de la Torre.

Este antiguo comando de los Marines Reales, que participó en misiones en Irak, Afganistán o el Ártico, no tenía ningún interés particular en los pájaros antes de llegar a la Torre de Londres hace 14 años.

“Lo que me atrajo al principio era la leyenda, creo. Y después, al trabajar con ellos (...), se convirtió en algo natural”, explica. “Me enamoré de los cuervos”, afirma Chandler, que alaba su “extrema inteligencia (...) Tienen su personalidad, como nosotros”.

“Son muy hogareños (...), así que, incluso, si durante el día están en libertad, no marchan”, explica Michael, que también subraya el buen trato que reciben.

Eso sí, les recortan varias plumas de una ala para que no puedan volar muy alto.

Según la leyenda, al rey Carlos II, que reinó entre 1660 y 1685, le fue comunicada una antigua profecía que decía que si los cuervos abandonaban la famosa torre, esta se derrumbaría, llevándose consigo el reino. | Foto: AFP

En la Torre pueden sobrevivir una veintena de años, contra entre 10 y 15 en la naturaleza. El cuervo más viejo vivió en la Torre durante 44 años.

Graciosos y poco ariscos, los pájaros asustan en ocasiones a los turistas que no esperan verlos tan de cerca, posados en una escalera o en una barandilla.

“Sirven a su majestad igual que nosotros, los guardas reales”, afirma Michael Chandler. Y el rey “recibe regularmente noticias suyas, como hacía la reina” Isabel II hasta su deceso en septiembre de 2022.

El exsoldado, que con los Yeomen Warders protegió el ataúd de la reina en Westminster durante la vigilia fúnebre, no se toma este servicio a la ligera.

*Con información de AFP.