La primera nave espacial estadounidense que intentará aterrizar en la Luna en más de cincuenta años despegó con éxito el lunes a las 2:18 a.m. en el marco de una misión privada.
El cohete Vulcan Centaur, de United Launch Alliance (ULA), despegó en su viaje inaugural de la estación espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, transportando el módulo lunar Peregrine de Astrobotic, cuyo aterrizaje está previsto para el 23 de febrero.
Si todo va según lo planeado, Peregrine alunizará en una región de latitud media de la Luna llamada Sinus Viscositatis, o Bahía de la Pegajosidad. “El personal de control de la misión vitoreó y aplaudió cuando, unos 48 minutos después, el módulo de aterrizaje lunar se separó sin problemas del cohete, un hito clave para esta empresa privada”, aseguró AFP.
El presidente y director ejecutivo de ULA, Tony Bruno, elogió el lanzamiento en la retransmisión realizada en directo por la NASA. “Estoy muy emocionado”, aseguró, “han sido años de duro trabajo”. “Hasta ahora esta siendo una hermosa misión de regreso a la Luna”, comentó.
Llevar a Estados Unidos otra vez a la superficie del satélite natural por primera vez desde la misión Apolo “es un honor trascendental”, dijo por su parte John Thornton, director ejecutivo de Astrobotic.
China tocó la superficie con éxito tres veces durante la última década, mientras que India fue la más reciente en lograr la hazaña en su segundo intento en 2023.
Estados Unidos está recurriendo al sector privado en un esfuerzo por estimular una economía lunar más amplia y enviar su propia nave a bajo costo, bajo el programa Commercial Lunar Payload Services.
Una tarea desafiante
La agencia espacial Nasa pagó a Astrobotic más de 100 millones de dólares por la misión, mientras que otra empresa contratada, Intuitive Machines, con sede en Houston, espera lanzar su cohete en febrero y aterrizar cerca del polo sur de la Luna.
“Creemos que permitirá viajes más rentables y más rápidos a la superficie lunar para prepararse para Artemis”, dijo Joel Kearns, administrador asociado adjunto de exploración de la Nasa.
Artemis es un programa liderado por la Nasa para volver a llevar astronautas al suelo de la Luna a fines de esta década, como preparación para futuras misiones a Marte.
“El aterrizaje controlado en la Luna es un desafío ya que aproximadamente la mitad de todos los intentos acaban en fracaso. A falta de una atmósfera que permita el uso de paracaídas, una nave espacial debe navegar a través de un terreno traicionero utilizando sólo sus propulsores para frenar el descenso”, explicaron de AFP.
Las misiones privadas de Israel y Japón, así como un intento reciente de la agencia espacial rusa, fracasaron, aunque la Agencia Espacial Japonesa tiene como objetivo lograr a mediados de enero el desembarque de su módulo Slim lanzado en septiembre pasado.
La compañía, una empresa conjunta entre Lockheed Martin y Boeing, pretende que el nuevo cohete tenga motores propulsores de primera fase reutilizables y con ello intentar ahorrar costos.
*Con información de AFP