Más de 1.400 personas murieron y miles resultaron heridas por un devastador sismo de magnitud 7,8 que sacudió el lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria, y cuyos temblores se sintieron incluso hasta en la lejana Groenlandia. En Turquía, donde se registró el epicentro, al menos 912 personas murieron y cerca de 5.400 resultaron heridas, según el último balance comunicado por el presidente Recep Tayyip Erdogan. Unos 2.818 edificios se derrumbaron con el temblor, lo que deja prever una balance mucho más grave. En la Siria vecina, el temblor causó al menos 560 muertos: la agencia oficial SANA, que cita al ministerio de Salud, informó de por lo menos 339 personas muertas y 1.089 heridas en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra. Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 221 muertos y 419 heridos en esos sectores.
En la Siria vecina, el temblor causó al menos 560 muertos: la agencia oficial SANA, que cita al ministerio de Salud, informó de por lo menos 339 personas muertas y 1.089 heridas en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra. Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 221 muertos y 419 heridos en esos sectores.
Los temblores del sismo se sintieron hasta en Groenlandia, según el instituto geológico danés. Es muy probable que el balance se agrave rápidamente, teniendo en cuenta el número de edificios derrumbados en las ciudades más afectadas, como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir, en el sureste de Turquía.