Dos semanas han pasado desde que sucedieron los lamentables hechos en aguas internacionales, cuando cinco personas estuvieron a bordo de Titán, el nombre del sumergible que tenía como misión ver los restos del Titanic en la profundidad del mar. Finalmente, todas las teorías llevaron a que el submarino y sus habitantes implosionaran en su camino de regreso tras unas fallas, las cuáles acabaron con la vida de los ocupantes que estaban dentro.
Daily Mail publicó una noticia que dejó atónitos a muchos de los internautas y es que según el medio británico, días antes de conocer el desenlace de la historia, habían miles de personas que apostaron por la suerte del mismo sumergible y la tripulación que llevaba dentro. Las apuestas incluyeron sobre si el medio de transporte subacuático sería encontrado y si los viajeros serían encontrados con vida o no.
“Apostaron más de $300,000 a si el sumergible, entonces desaparecido, se encontraría antes del 23 de junio, cuando se suponía que se había acabado el oxígeno a bordo, y muchos apostaron a que no sería así”, se lee en la noticia de Daily Mail. Apenas las autoridades encontraron los restos del submarino, quienes apostaron contra los viajeros ganaron miles de dólares, que llegaron a sus bolsillos a través de la plataforma de criptomonedas Polymarket.
“En la página de Polymarket, donde los jugadores apostaban si los que estaban a bordo vivirían o morirían, decía: “A los efectos de este mercado, no es necesario que la embarcación haya sido rescatada o recuperada físicamente para ser considerada encontrada”, dice el medio inglés. Este hecho ha despertado mucho repudio e indignación en los internautas, los cuales se quejan de que la vida de las personas no pueden ser pan de cálculo de los apostadores.
El vilo de saber si los tripulantes estaban vivos o no se mantuvo por varios días a la opinión pública internacional. Al final, se pudo conocer que Stockton Rush, Hamish Harding, Shahzada Dawood y su hijo Suleman y Paul-Henri Nargeolet murieron en el fondo del mar, además que los expertos aclararon que es casi imposible que se puedan encontrar sus cuerpos. Todo esto debido a las profundidades del mismo mar y la implosión que, muchos expertos afirman, que han sufrido.
La compañía que hacía estas inmersiones en el mar se conoce como OceanGate Expedition. La empresa aclaró que dichas inmersiones se hacían a una profundidad máxima de 4.000 metros y tenía autonomía de 96 horas para una tripulación de cinco personas. El profesor Alistair Greig, sin haber estudiado la embarcación como tal, aseguró en su momento dos posibles teorías que fueron descartadas cuando encontraron los restos del submarino.
La primera es que pudieron tener un problema eléctrico o de comunicaciones, por lo que podrían haber salido a la superficie y permanecer flotando. Esto esperando a ser encontrado. La segunda teoría “es que el casco de presión estuviera comprometido, una fuga”, dijo en un comunicado. “Entonces el pronóstico no es bueno”, concluyó. El sumergible pudo estar intacto durante su inmersión, pues hay pocas embarcaciones que son capaces de llegar a las profundidades que podrían haber viajado a donde lo hizo el titán.
En su momento, la Guardia Costera de Estados Unidos informó que recibió escombros y entre dichos escombros se encontraban “presuntos restos humanos” de las cinco personas que se encontraban en el sumergible Titán, el cuál implosionó durante una inmersión a ver los recordados restos del Titanic”. Estados Unidos dispuso de un C-130 Hércules para buscar el submarino de investigación canadiense a unas 900 millas del cabo cod de Massachusetts. De igual manera, el Centro de Coordinación de Rescates de Halifax aportó un avión P8 Poseidon con capacidad de detección bajo agua para ayudar en la búsqueda.