Hoy se conmemora 38 años desde el trágico desastre de Chernobyl, un evento que marcó la historia como el peor accidente nuclear jamás registrado en el mundo.
El fatídico 26 de abril de 1986, una explosión catastrófica sacudió el reactor número cuatro de la planta nuclear de Chernobyl, ubicada cerca de la ciudad de Pripyat, en Ucrania. Esta explosión liberó una cantidad sin precedentes de radiación en la atmosfera, desencadenando una lluvia radioactiva que afectó gravemente a toda Europa y expuso a millones de personas a niveles peligrosos de radiación.
¿Qué pasó?
El incidente comenzó durante un ensayo de seguridad llevado a cabo por los técnicos del reactor, que resultó en una serie de errores críticos que desencadenaron la explosión. La catástrofe arrojó una nube de lluvia radiactiva sobre vastas extensiones de Ucrania, Rusia y Belarús, con efectos radiactivos que superaron en gran medida a los de la bomba lanzada sobre Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
Las autoridades evacuaron rápidamente a unas 135.000 personas de la zona afectada y establecieron una zona de exclusión con un radio inicial de 30 kilómetros alrededor de la planta, que luego se amplió a más de 4.000 kilómetros cuadrados. A pesar de los esfuerzos de evacuación, más de 30 personas perdieron la vida como resultado directo del desastre de Chernobyl.
Sin embargo, las consecuencias mortales de desastre fueron mucho más amplias y duraderas. Según informes del Organismo Internacional de Energía Atómica y la Organización Mundial de la Salud, desde 1986 se estima que han fallecido decenas de miles de personas debido a los efectos a largo plazo de la radiación.
Millones más estuvieron expuestos a niveles peligrosos de radiación, y las estimaciones sugieren que el número final de muertes relacionadas con problemas de salud a largo plazo podría alcanzar los 200.000.
¿Cómo vivieron estas personas?
El desastre de Chernobyl dejó una marca imborrable en la historia, afectando a un número significativo de personas y teniendo repercusiones que perduran hasta el día de hoy.
Inicialmente, la explosión cobró la vida de dos trabajadores de la central nuclear. Sin embargo, las consecuencias mortales se extendieron mucho más allá. Durante los tres meses posteriores al accidente, otras 30 personas, incluidos bomberos y miembros de los servicios de emergencia, sucumbieron a enfermedades relacionadas con la radiación aguda, mientras que un trabajador más falleció por un paro cardíaco.
La tragedia obligó a la evacuación de los aproximadamente 50.000 habitantes de Pripyat, así como de otras 67.000 personas que vivían en áreas circundantes contaminadas. La lluvia radiactiva, con una radiactividad 400 veces mayor que la de la bomba de Hiroshima, forzó a más de 300.000 personas a abandonar sus hogares.
Una de las enfermedades más prevalentes entre los afectados fue el cáncer de tiroides, especialmente entre los niños. Se documentaron hasta 1.800 casos entre menores de 0 a 14 años poco después del accidente, debido a la susceptibilidad de la glándula tiroides al yodo radiactivo.
Además de las enfermedades físicas, el desastre también dejó secuelas psicológicas duraderas. A lo largo de los años, ha habido numerosos casos de suicidio, alcoholismo y depresión entre las personas afectadas, demostrando que los efectos del desastre de Chernobyl continúan afectando a las comunidades incluso décadas después del evento.
Una historia que se cuenta todavía
Al ser uno de los desastres humanos más impresionantes de la historia, el séptimo arte ha retratado las dantescas escenas y traído a la memoria una historia que afecto a miles de personas en un lugar que sigue abandonado como un lugar post apocalíptico.
Chernobyl
Esta miniserie de cinco episodios, producida por HBO, es quizás la representación más aclamada del desastre de Chernobyl. Con una atención meticulosa al detalle histórico, “Chernobyl” explora las causas del accidente, las reacciones inmediatas y las extensas secuelas a través de las vidas de los involucrados, incluidos los trabajadores de la planta, los rescatistas y los políticos.
Chernobyl 1986
Esta película rusa se centra en los esfuerzos heroicos de un bombero y su amor de la infancia en los días posteriores a la explosión. Aunque no es tan reconocida como otras películas, ofrece una visión emotiva de la tragedia. Chernobyl 1986″ está disponible en Netflix.
Este filme estaba listo para estrenarse en 2020, pero por razones de la pandemia, su exhibición se pospuso para el 2021 coincidiendo con el 35 aniversario de la tragedia.
The Russian Woodpecker
Este es un documental cautivador que sigue los pasos de Fedor Alexandrovich, un artista ucraniano que se sumerge en la investigación de la relación entre el desastre de Chernóbil y un enigmático radar soviético conocido como Duga.
A través de la mirada de Alexandrovich, la película explora diversas teorías de conspiración y revisita los eventos de la Guerra Fría, ofreciendo una perspectiva única y reveladora. Galardonado con el premio al Mejor Documental en el Festival de Cine de Sundance, “The Russian Woodpecker” está disponible para su visualización en plataformas como Amazon Prime Video.