Un año después del ataque del 7 de octubre que desencadenó la guerra en Gaza, la diplomacia no ha logrado alcanzar un acuerdo de alto el fuego y el mundo asiste impotente al aumento del número de muertos.
El temor a que la guerra se extienda por toda la región ha alcanzado su punto álgido con la escalada de ataques entre Israel y el grupo islamista Hezbolá, aliado de Hamás y de Irán, en el vecino Líbano.
Algunas naciones llevaron a Israel ante los tribunales y países europeos reconocieron a Palestina como Estado, pero los analistas afirman que solo un cambio radical en la política estadounidense puede detener la guerra.
¿Cómo ha repercutido la guerra?
El grupo islamista palestino Hamás lanzó el 7 de octubre de 2023 un ataque sin precedentes en suelo israelí, que mató a 1205 personas, en su mayoría civiles, según un conteo de la AFP en base a cifras oficiales, que incluye los rehenes asesinados.
De las 251 personas tomadas como rehenes ese día, 97 continúan retenidas en la Franja de Gaza, entre ellas 33 que el ejército israelí da por muertas.
La ofensiva de Israel en respuesta al ataque mató a más de 41.000 palestinos en la Franja de Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del Gobierno de Hamás.
Al norte, los ataques aéreos israelíes en Líbano mataron el lunes al menos 558 personas, la jornada con más muertos desde la guerra civil de 1975-1990, según el Ministerio de Salud libanés.
El conflicto, que ha inundado las redes sociales, tocó la fibra sensible de la comunidad internacional, generando un apasionado apoyo a ambas partes.
Varios observadores advirtieron de un alarmante aumento de los actos antisemitas como consecuencia del conflicto, mientras los manifestantes que piden un alto el fuego en Gaza afirman que las opiniones contrarias a Israel también se confunden a menudo con el antisemitismo.
“Esta guerra ha profundizado considerablemente las líneas de fractura”, afirma el analista Karim Bitar y agrega: “Lo que está ocurriendo hoy en Líbano solo hace agravarlo”.
Para muchos en todo el mundo, sobre todo en naciones que conocieron el colonialismo o el imperialismo, la percepción de que Occidente no defiende los Derechos Humanos de los palestinos ha puesto de manifiesto su “hipocresía”, sostiene el analista.
El historiador y diplomático palestino Elias Sanbar afirmó que durante décadas, desde la creación de Israel en 1948, Occidente dio a los israelíes una “carta blanca de impunidad”, pero estimó que hoy “será mucho más difícil mostrar un apoyo incondicional a Israel”.
¿Ha prevalecido el derecho internacional?
En diciembre, Sudáfrica presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, alegando que la guerra en Gaza violaba la convención de la ONU contra el genocidio de 1948, acusación que Israel ha negado rotundamente.
Desde entonces, Colombia, Libia, España, México, Turquía y Chile se han sumado al caso.
Para la analista Rym Momtaz, este proceso “no tiene precedentes”. “El Derecho Internacional se está haciendo cargo del asunto”.
En mayo, el fiscal de la Corte Penal Internacional solicitó órdenes de detención contra altos dirigentes de Hamás, pero también contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa por sospechas de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Desde el 7 de octubre, la violencia también se ha recrudecido en la Cisjordania ocupada, donde los partidos de extrema derecha de la coalición de Gobierno israelí han presionado para se construyan cada vez más colonias.
Las tropas israelíes o los colonos han matado al menos a 680 palestinos, según el Ministerio de Salud palestino.
Los Estados miembros de la ONU adoptaron una resolución no vinculante para exigir formalmente el fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos en un plazo de doce meses.
Sin embargo, el historiador y diplomático israelí Elie Barnavi afirma que a su país “no le importa” lo que piense el llamado Sur global, término que incluye entre otros a América Latina, África y Asia (salvo Israel, Japón, Corea del Sur).
¿Menor apoyo europeo a Israel?
Ante los acontecimientos en Gaza y Cisjordania, algunas naciones europeas se han posicionado.
Eslovenia, España, Irlanda y Noruega han reconocido a Palestina, rompiendo con la tradicional posición de que los palestinos solo pueden obtener la condición de Estado como parte de una paz negociada con Israel.
La Unión Europea (EU) ha adoptado sanciones contra colonos “extremistas” y el jefe de la diplomacia europea saliente, Josep Borrell, ha pedido más contra algunos miembros de extrema derecha del gobierno israelí.
El Reino Unido ha suspendido 30 de las 350 licencias de exportación de armas a Israel. Barnavi dice un “cambio real en la actitud de los europeos hacia Israel”, pero “insuficiente”.
La analista Zeenat Adam, del Afro-Middle East Centre de Sudáfrica, estima que la suspensión de exportaciones de armas del Reino Unido era minúscula. “El reciente reconocimiento de Palestina por parte de los Estados europeos es mera palabrería”, agrega.
Según Sanbar, los países de Europa siguen apoyando en gran medida a Israel, aunque a veces “una especie de vergüenza” genere declaraciones de preocupación. “Sencillamente, no es suficiente”, afirma.
¿Y Estados Unidos?
Todas las miradas están puestas en el principal aliado de Israel, Estados Unidos, que ha presionado para que se llegue a un acuerdo de alto el fuego, pero ha mantenido a su vez su ayuda militar.
“Si Washington no cambia su postura, no habrá ningún cambio”, según Momtaz. “El apoyo militar estadounidense a Israel no ha disminuido. Sin embargo, ese apoyo es crucial y marca la diferencia”, afirmó.
La analista considera que no está claro si la victoria de Donald Trump o de Kamala Harris en la elección presidencial cambiará algo.
“No ha habido ninguna señal de que una administración Trump o Harris esté dispuesta a utilizar la influencia de Estados Unidos, la única manera eficaz para ayudar a ambas partes a detener esta guerra”, añade
.Bitar estima que, entre los votantes estadounidenses, la comunidad judía y los jóvenes demócratas progresistas se alejan más abiertamente de Israel, pero eso sólo podría tener un impacto político dentro de 10 a 15 años.
¿Sin final a la vista?
La guerra en Gaza reavivó las discusiones sobre la llamada “solución de dos Estados”, uno israelí y uno palestino conviviendo en paz, pero ese objetivo parece hoy más inalcanzable.
Durante demasiados años, la comunidad internacional “prometió una solución de dos Estados sin hacer nada para poner fin a la ocupación, para acabar con los asentamientos y hacer viable un Estado palestino”, afirma Bitar, para quien muchos piensan que “quizás ya es demasiado tarde”.
Barnavi afirma, sin embargo, que no hay otra solución, aunque implicaría el desmantelamiento de la mayoría de las colonias en Cisjordania. “Esto generaría mucha violencia, incluido un período de guerra civil”, anota.
“Nunca ambas partes han estado tan alejadas. No sé qué podría acercarlas”, concluye Sanbar.