Tres periodistas murieron este viernes en Líbano en un bombardeo israelí y el gobierno denunció un “crimen de guerra”, fruto de la ofensiva del ejército de Israel contra el movimiento proiraní Hezbolá.
La cadena proiraní Al Mayadeen anunció que su camarógrafo Ghassan Najjar y que su ingeniero de radiodifusión Mohammad Reda habían muerto en un bombardeo aéreo israelí “deliberado” que alcanzó una “residencia de periodistas” en el sur de Líbano.
El ataque se produjo durante la noche en Hasbaya, una localidad que hasta ahora prácticamente no se había visto alcanzada por los bombardeos.
El mes pasado varios periodistas se trasladaron a ese municipio junto con otros equipos, según medios locales.
Por su parte, la cadena de Hezbolá Al Manar declaró que su videorreportero Wissam Qassem también murió en el ataque.
Tanto el primer ministro libanés, Najib Mikati, como su ministro de Información, Ziad Makari, denunciaron un bombardeo “deliberado” que calificaron de “crimen de guerra”.
Israel no comentó el bombardeo que, según el Ministerio libanés de Salud, también dejó tres heridos.
También se registraron bombardeos en la periferia sur de Beirut, uno de los bastiones de Hezbolá, donde dos edificios fueron destruidos y se desató un incendio, según la agencia de prensa libanesa ANI.
Hezbolá y el ejército israelí se han enfrentado en la zona fronteriza desde el 8 de octubre de 2023, cuando el movimiento chiita empezó a disparar cohetes hacia territorio israelí en apoyo al movimiento islamista palestino Hamás, que la víspera había lanzado un ataque de envergadura en el sur de Israel, que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza.
El ejército israelí concentró sus esfuerzos en el territorio palestino hasta mediados de septiembre de este año, cuando desplazó el grueso de sus operaciones a Líbano para combatir a Hezbolá.
El 23 de septiembre inició una campaña aérea y, una semana después, una operación terrestre en el sur del país, con el objetivo de permitir que los 60.000 habitantes del norte de Israel que tuvieron que abandonar sus hogares a causa de los incesantes tiros de cohetes de Hezbolá puedan regresar.
Al menos 1.580 personas han muerto en Líbano desde el 23 de septiembre, según un balance basado en datos oficiales.
Información de AFP.