El nuevo misil balístico de alcance intermedio que Rusia disparó contra Ucrania es un arma con capacidad nuclear, cuya existencia se ignoraba hasta ahora. Esto es lo que se sabe de este misil aún experimental bautizado “Oreshnik” (avellano, en ruso).
Hasta el pasado jueves, se desconocía que Rusia disponía de esta arma. El presidente ruso, Vladimir Putin, explicó que se trata de un misil balístico “de alcance medio”, lo que implica que puede alcanzar objetivos en un rango de 3.000 y 5.500 km.
Según Putin, el disparo fue una prueba en condición de combate, lo que significa que el arma aún está en fase de desarrollo.
Cerca de 1.000 km separan la región rusa de Astracán, desde donde se disparó el misil, según Kiev, y la fábrica de misiles Pivdenmach en Dnipró, en el centro-este de Ucrania, que fue golpeada.
“Oreshnik” no entra en la categoría de misiles intercontinentales (que pueden alcanzar objetivos a más de 5.500 km), pero si se dispara desde el Extremo Oriente ruso, podría alcanzar la costa oeste de Estados Unidos.
“Oreshnik [también] puede amenazar la casi totalidad de Europa”, afirmó Pavel Podvig, investigador para el Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme (Unidir) en Ginebra, en una entrevista con el medio Ostorozhno Novosti.
Hasta 2019, Rusia y Estados Unidos tenían prohibido poner en servicio este tipo de misiles, en virtud del tratado de fuerzas nucleares de alcance intermedio, firmado en plena Guerra Fría en 1987.
Pero en 2019, el entonces presidente estadounidense Donald Trump retiró a Washington del pacto, acusando a Moscú de violarlo y abriendo la vía a una nueva carrera armamentística.
“Oreshnik” está “basado en un modelo ruso de misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh”, explicó la portavoz adjunta del Pentágono, Sabrina Singh, a la prensa.
“Este sistema es bastante costoso y no se produce de manera masiva”, afirmó en Telegram el experto militar Ian Matveyev, quien aseguró que el misil puede llevar una carga explosiva de “varias toneladas”.
El programa de armamento RS-26 Rubezh, cuya primera prueba exitosa se remonta a 2012, fue suspendido en 2018, según la agencia estatal TASS, por falta de medios para llevar a cabo este proyecto “simultáneamente” con el desarrollo de los sistemas hipersónicos Avangard de nueva generación.
Estos últimos son supuestamente capaces de alcanzar un objetivo en casi cualquier parte del mundo.
Según Putin, el misil “Oreshnik”, disparado el jueves “en su configuración hipersónica no nuclear”, puede alcanzar la velocidad de Mach 10, es decir “2,5 a 3 km por segundo” (cerca de 12.350 km/h).