Nicaragua anunció este lunes, 4 de diciembre, el retiro de su embajador en Argentina, Carlos Midence, ante “reiteradas declaraciones” contra el gobierno de Daniel Ortega, por parte del presidente electo argentino, Javier Milei.
“Frente a reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos gobernantes, el Gobierno ha procedido a retirar a su Embajador, compañero, escritor y comunicólogo, Carlos Midence”, dijo el canciller nicaragüense, Denis Moncada, en un breve comunicado divulgado por medios gubernamentales de Managua.
Funcionarios designados por Milei han sostenido que excluyeron en las invitaciones para la ceremonia de toma de posesión a Ortega, así como a los presidentes de Cuba, Venezuela e Irán. Milei, además, ha dicho que no promoverá “las relaciones con comunistas, ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con Nicaragua, ni con China”.
Dignidad en alto
“Hemos hecho circular la nota de nuestro ministro de Relaciones Exteriores, el canciller Denis Moncada, informando sobre el retiro de nuestro embajador (...) que estaba representándonos en Argentina y que ya se encuentra en camino hacia nuestra Nicaragua”, dijo la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, a medios oficialistas.
“Por las razones que ahí se explican, nuestro embajador regresa con la dignidad en alto”, añadió Murillo, que también es portavoz del gobierno.
Roces con Fernández
Desde que volvió al poder en 2007, Ortega mantuvo buenas relaciones con el mandatario argentino Néstor Kirchner (2003-2007) y luego con su esposa, Cristina Kirchner (2007-2015), pero los lazos con el actual presidente, Alberto Fernández, no fueron cercanos y hubo momentos de distanciamiento.
En agosto de 2021, Managua llamó a consultas a su embajador en Buenos Aires -además de los de México, Colombia y Costa Rica- por las críticas por el arresto de candidatos rivales de Ortega en las elecciones en que fue reelegido, cuestionadas por la comunidad internacional.
En septiembre de ese mismo año, Nicaragua rechazó la aspiración de Argentina para asumir la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), alegando que Buenos Aires interfirió en sus “asuntos internos” al criticar la detención de opositores nicaragüenses.