El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) informó sobre un movimiento de tierra reciente en Indonesia. De acuerdo con la organización, el terremoto tuvo una magnitud de 7 grados en la escala de Richter.
Un terremoto de magnitud 7,1 ocurrió el miércoles al este de Indonesia, en el mar de Banda, a lo largo de las islas Molucas pero lejos de la costa, según la USGS.
El sismo se registró a las 11H53 (4H53 GMT) a 10 km de profundidad, según el USGS, que en primera instancia valoró la magnitud en 6,9 y 7.
La sacudida se notó en la localidad de Saumlaki en las islas Tanimbar y de forma más débil en la isla de Ambon, capital de la provincia de las Molucas, dijo la agencia de geofísica indonesia BMKG.
“El sismo ha sido bastante intenso. Pero la gente aquí no tuvieron miedo. Estamos acostumbrados a las sacudidas de tierra”, indicó a la AFP Lambert Tatang, un habitante de Saumlaki.
“Sobre todo cuando hemos sabido que no había alerta de tsunami, la vida volvió a la normalidad”, dijo este hombre de 41 años.
Indonesia experimenta una frecuente actividad sísmica y volcánica debido a su ubicación en el llamado anillo de fuego del Pacífico, donde entran en colisión varias placas tectónicas.
El sismo más mortífero del país ocurrió frente a la isla de Sumatra el 26 de diciembre de 2004, que tuvo una magnitud de 9,1 y desencadenó un tsunami con olas de hasta 30 metros de altura.
Más de 230.000 personas murieron en Indonesia, Tailandia, Sri Lanka, India y otros países.
Catástrofes naturales en el mundo
Casi un mes después de las inundaciones en Derna, en el este de Libia, los sobrevivientes luchan por superar el impacto psicológico. Muchos de ellos estos abatidos por las pérdidas materiales y otros siguen sin noticias de sus seres queridos.
Los aguaceros extremos de la tormenta Daniel provocaron la ruptura de dos represas cercanas a la ciudad el pasado 10 de septiembre, y sus aguas golpearon, como un tsunami, el centro de Derna.
El torrente arrasó barrios enteros y dejó esta ciudad portuaria partida en dos. Cientos de personas fueron arrastradas hasta el mar Mediterráneo, donde murieron ahogadas.
“Derna está partida en dos. Es un reflejo de lo que sienten sus habitantes”, comentó Mayssam Hasedi, que perdió a más de 20 familiares en las inundaciones.
Oficialmente, más de 4.000 personas han sido reportadas como muertas, pero miles más siguen en paradero desconocido en la zona.
Después de haberse aferrado a la esperanza de hallar sobrevivientes, los habitantes de Derna ahora se desesperan viendo la llegada constante de cadáveres sacados del mar.
“Casi todos en la ciudad están de luto y sufren”, declaró Michel-Olivier Lacharite, jefe de emergencias de Médicos Sin Fronteras.
“Algunos niños se niegan a beber agua por miedo a ahogarse”, indicó Lacharite tras reunirse con sobrevivientes en Derna.
“Los pacientes se quejan de recuerdos recurrentes, de no poder dormir entre las 02H30 y las 05H00″, la hora en que la ola mortal sumergió la ciudad.
Pérdida y devastación
Las inundaciones de septiembre fueron la última catástrofe, hasta la fecha, que sufre este país norteafricano, golpeado por la guerra y la anarquía desde que un alzamiento respaldado por la OTAN en 2011 depuso y mató al dictador Muamar Gadafi.
El impacto psicológico del desastre se sentirá también por mucho tiempo entre los rescatistas, en especial los buceadores que recuperaron cientos de cadáveres, según grupos de ayuda.
La Organización Mundial de la Salud indicó que “existen tremendas necesidades de salud mental y seguirán emergiendo cuando comience a disiparse el impacto inicial de la devastación y pérdida que han sufrido”.
El Comité Internacional de Rescate (IRC) advirtió el martes del “inmenso coste psicológico del desastre para los afectados, especialmente en la ciudad de Derna, una de las zonas más golpeadas”.
Con información de AFP.