Por AFP
Tras su investidura como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump anunció una serie de aranceles que irían desde impuestos para contrarrestar el “comercio injusto” hasta para combatir la inmigración ilegal y el contrabando de sustancia ilícitas como el fentanilo.
Este martes, entraron en vigencia aranceles estadounidenses del 25% sobre productos canadienses y mexicanos. A su vez, los aranceles de Washington sobre China se elevaron al 20%.
Según los expertos, estas medidas podrían entorpecer las cadenas de suministro y elevar los precios para los consumidores.
Trump había anunciado los aranceles del 25% en febrero, acusando a los países vecinos de no frenar la inmigración irregular y el tráfico de drogas.
Se estima que las importaciones estadounidenses de ambos países podrían verse afectadas por más de 918.000 millones de dólares, a causa de esta normativa
En respuesta, tanto China como Canadá tomaron medidas de represalia y México dijo que hará lo mismo.
Canadá impuso aranceles del 25% a Estados Unidos, los cuales se podrían ampliar, según advirtió el primer ministro Justin Trudeau.
Pekín también tomó represalias, diciendo que impondría gravámenes del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado; y el 10% sobre el petróleo y otros productos.
Por su parte, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, no dio detalles de inmediato, sin embargo, afirmó que su país también respondería con aranceles.
Estos aranceles entrarán en vigor a partir de la próxima semana y afectarán a importaciones por valor de decenas de miles de millones de dólares.
A todo esto, se suman los aranceles del 25% a los productos de la Unión Europea que Trump prometió aplicar a finales de febrero.
El bloque de 27 naciones advirtió que tomará represalias proporcionales.
El magnate firmó órdenes para imponer aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio de Estados Unidos a partir del 12 de marzo.
Asimismo, el 2 de abril podrían llegar nuevas normativas con una tasa de alrededor del 25% sobre automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos.
Se espera que para esa misma fecha, se conozcan nuevos impuestos a los productos agrícolas.
Trump también dio ‘luz verde’ para los planes de “aranceles recíprocos” de gran alcance que podrían afectar tanto a aliados como a adversarios.
Los gravámenes se adaptarían a cada socio comercial de Estados Unidos, junto con los impuestos que la Casa Blanca ha dicho que son discriminatorios, como los impuestos al valor agregado.
Finalmente, el sábado, el mandatario solicitó una investigación sobre posibles aranceles a las importaciones de madera.