Este miércoles 26 de junio se presentó un intento de derrocamiento del mandatario de Bolivia, Luis Arce, por medio de un golpe de estado militar.
Tanquetas y tropas ocuparon la Plaza Murillo, en el centro de la capital boliviana, donde está la sede presidencial. Una tanqueta tumbó una puerta metálica del palacio presidencial, al cual ingresó posteriormente el general Juan José Zúñiga, excomandante del Ejército y responsable del conato de golpe.
En una imagen impactante, rodeados de soldados fuertemente armados, el militar golpista encaró al Presidente Arce, quien le ordenó replegar sus tropas. Ante la negativa de Zúñiga, el mandatario procedió a nombrar una nueva cúpula militar, pero la tensión aún continua.
Este hecho ha generado gran expectativa entre varios líderes mundiales, quienes han rechazado la ruptura de la constitución mediante este golpe. Entre ellos, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Recibí una llamada del presidente Lucho Arce de Bolivia y conversé con el líder expresidente Evo Morales. Estamos, desde Venezuela, denunciando un golpe de Estado contra la democracia boliviana”, dijo Maduro, desde una intervención ante los medios.
“En este momento, fuerzas que han traicionado su juramento de lealtad al Estado, han tomado el Palacio Presidencial en la Paz. Ese es el camino que quieren los fascistas, los extremistas, golpes de estado, desestabilización, destrucción, caos”, enfatizó Maduro al enterarse del conato de golpe.
Otro de los líderes mundiales de corriente izquierdista que se ha pronunciado fue el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó el miércoles “cualquier forma de golpe de Estado”.
“Condenamos cualquier forma de golpe de Estado en Bolivia y reafirmamos nuestro compromiso con el pueblo y la democracia en el país hermano que preside @LuchoXBolivia”, escribió Lula en la red social X.
Es importante resaltar que al caer la tarde, los militares que fueron partícipe del conato del golpe, se comenzaron a retirar de la Plaza Murillo, mientras que el Presidente Arce, salió a los balcones del palacio para ratificar su mandato.