Una nueva incursión policial contra el narcotráfico en una favela de Rio de Janeiro dejó este martes 21 muertos, un año después de la operación más letal en la historia de la ciudad, con 28 fallecidos en otro barrio.
El número de muertos en la favela Vila Cruzeiro se elevó de 12 a 21, según un nuevo balance de la Secretaría Estatal de Salud, que no divulgó la identidad de las víctimas.
Más temprano, la Policía Militar (PM) de Rio había dicho que al menos 11 de los fallecidos eran "criminales" y que también murió una vecina de un barrio aledaño alcanzada por una bala perdida.
La PM aseguró que fue recibida a tiros por delincuentes en la parte alta de la favela cuando se preparaba para comenzar la operación.
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Es la segunda incursión policial con un alto número de muertos en lo que va del año en Vila Cruzeiro, una favela de la zona norte donde según la policía se esconden líderes del "Comando Vermelho" (comando rojo), banda de narcotraficantes que ha estado sembrando el terror desde finales de la década de 1970.
"La facción criminal que controla la región suele realizar invasiones en otras áreas y teníamos señales de que ese grupo se trasladaría por la ciudad", detalló en conferencia de prensa Uirá Ferreira, comandante del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la PM de Rio, que actuó en conjunto con la Policía Federal y la Policía Federal de Carreteras.
Siete personas resultaron heridas y recibían atención médica en un hospital cercano, según el último balance.
Los agentes requisaron 13 fusiles, 12 granadas, cuatro pistolas y una cantidad no determinada de drogas, además de 20 motos y 20 automóviles supuestamente pertenecientes a la banda.
Las autoridades informaron que al menos 19 escuelas de la zona cerraron debido al intenso tiroteo, que según los vecinos empezó de madrugada. Al mediodía todavía se oían ráfagas de tiros y explosiones cerca de la favela, según constató un fotógrafo de la AFP.
El Comando Vermelho es responsable de "más del 80% de los enfrentamientos armados en Rio", de acuerdo con Ivan Blaz, portavoz de la Policía Militar de Rio de Janeiro.
Toda la población "en riesgo"
Frente a la puerta del hospital Getulio Vargas, muy cerca de la favela, una decena de vecinos y familiares de fallecidos, en su mayoría mujeres, buscaban este martes información sobre sus seres queridos. Desconsolados, algunos gritaban y lloraban, según el fotógrafo de la AFP.
"Estas operaciones policiales en favelas colocan en riesgo la vida de toda la población, impiden el funcionamiento de servicios públicos y del comercio (...) y no resuelven ningún problema de seguridad", dijo a la AFP Guilherme Pimentel, consultor de la Defensoría Pública de Rio de Janeiro, que presta asistencia jurídica a las familias de los fallecidos.
"Nunca serían toleradas operaciones así en barrios ricos de la ciudad, es necesario que tampoco se toleren en las favelas", agregó.
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Human Rights Watch lamentó las muertes y exigió una investigación "inmediata" y "exhaustiva" de lo ocurrido. "Rio precisa urgentemente una nueva política de seguridad pública que no sea la bala", afirmó la organización.
Vila Cruzeiro fue escenario en febrero de otra operación similar que dejó ocho supuestos criminales muertos.
También fue allí donde el periodista brasileño Tim Lopes fue torturado y ejecutado por traficantes en 2002 mientras realizaba un reportaje sobre abuso de menores en la favela.
Violencia endémica
Rio cumplió este mes un año de la operación policial más letal de su historia en Jacarezinho, una favela a ocho kilómetros de Vila Cruzeiro.
Allí, 28 personas murieron durante una incursión contra el tráfico de drogas el 6 de mayo de 2021.
El año pasado, 1.356 personas murieron a manos de las fuerzas policiales, mientras que en todo Brasil la cifra fue de 6.133, de acuerdo con el proyecto Monitor da Violencia.
Rio, una ciudad con problemas crónicos de violencia policial, planea instalar unas 8.000 cámaras en los uniformes de sus agentes, una medida que según expertos está mostrando resultados alentadores en otros estados de Brasil.
El inicio del proyecto, previsto originalmente para mayo, fue postergado para junio, según la prensa local.