Un enfrentamiento entre miembros de pandillas dejó al menos 41 muertas este martes en una cárcel de mujeres cercana a la capital de Honduras, Tegucigalpa, informó una fuente policial.
“Se reportan 41 fallecidas, preliminarmente,” en una reyerta registrada en una penitenciaría de mujeres situada a 25 km al norte de la capital, informó a la AFP Edgardo Barahona, portavoz policial.
Hasta ahora, ninguna autoridad del Instituto Nacional Penitenciario (INP) de Honduras ha informado la cantidad de personas fallecidas ni heridas.
La presidenta de la Asociación de Familiares de Privados de Libertad, Delma Ordóñez, dijo a periodistas que la reyerta y el incendio en el Cefas ocurrieron supuestamente después de que las autoridades notificaron nuevas reglas al interior de la cárcel.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, ordenó una “intervención inmediata” en la cárcel tras declarar una emergencia por la riña y aseguró que las autoridades “no vamos a tolerar actos vandálicos ni tampoco irregularidades”.
Villanueva dijo a periodistas que la reyerta es “producto de las acciones del crimen organizado” en respuesta a la intervención anunciada por las autoridades en las cárceles de Ilama, en Santa Bárbara, en el occidente del país, y de La Ceiba, en el Caribe.
En Cefas se ha “reactivado el vandalismo y mujeres, con armas y pasamontañas, generaron quemas”, pero el fuego ya fue controlado por el Cuerpo de Bomberos de Honduras, señaló Villanueva, que ha sido designada por la presidenta hondureña, Xiomara Castro, para liderar una intervención de las cárceles del país.
Las autoridades hondureñas anunciaron el pasado 18 de abril un conjunto de medidas para poner orden en las cárceles del país, que implican el bloqueo de llamadas de celulares, un desarme real de los presos y la clasificación de los reos por peligrosidad.
Desde abril, una decena de tiroteos o enfrentamientos se han registrado en las cárceles de Honduras, donde impera la sobrepoblación y el hacinamiento, la falta de instalaciones físicas adecuadas y seguras para el alojamiento de los reclusos, y las condiciones de higiene y salubridad son deplorables.
Ataque yihadista en Uganda
Las autoridades en Uganda anunciaron el lunes la detención de tres personas por la masacre perpetrada la semana pasada por yihadistas en un colegio, con saldo de 41 muertos, en su mayoría alumnos sorprendidos en sus dormitorios.
“Tres personas fueron detenidas y están siendo interrogadas por el ataque. Habrá más detalles”, aseguró Joe Walusimbi, comisario del distrito de Kesese, zona donde se encuentra el colegio Lhubiriha en Mpondwe.
“En espera, la gente es invitada a seguir alerta y suministrar informaciones a las agencias de seguridad sobre el ataque”, agregó, sin dar detalles de las personas detenidas.
Las familias de las víctimas de la masacre aguardaban el lunes los resultados de las pruebas de ADN para identificar los restos de los fallecidos.
Las víctimas murieron a machetazos, a tiros o quemadas en la escuela, al oeste del país y cerca de la frontera con República Democrática del Congo (RDC), donde tiene su bastión la milicia de filiación yihadista a la que las autoridades imputaron el ataque.
Otros 15 miembros de la comunidad, entre ellos cinco niñas, están desaparecidos.
El ejército y la policía acusaron a las Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF), un grupo rebelde vinculado al grupo yihadista Estado Islámico.
Muchas de las víctimas murieron calcinadas cuando los atacantes incendiaron un dormitorio colectivo, lo que complica las tareas de identificación y de recuento.
“No estamos seguros de que nuestros niños estén entre los alumnos secuestrados o los quemados. Estamos afligidos, tal vez el gobierno nos dé una respuesta pronta y oramos”, declaró a AFP Joseph Masika, un tutor de uno de los estudiantes.
Joe Walusimbi, comisario del distrito de Kesese, donde está la escuela, declaró que la mayoría de las víctimas identificadas fueron enterradas el domingo, pero que las inhumaciones seguían el lunes.
“Ya terminamos casi la inhumación de los muertos identificados y esperamos las pruebas ADN de los estudiantes que se quemaron hasta el punto que no se pueden reconocer”, declaró.