El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ofreció este sábado, 6 de abril, 5.000 pasaportes a “extranjeros altamente cualificados” como científicos o filósofos que se instalen en el país, y quienes podrán optar a la ciudadanía salvadoreña.
“Estamos ofreciendo 5.000 pasaportes gratuitos”, indicó el mandatario en su cuenta en la red social X. Los pasaportes son ofrecidos “a científicos, ingenieros, médicos, artistas y filósofos altamente cualificados del extranjero”, agregó.
“Esto representa menos del 0,1% de nuestra población, por lo que otorgarles el estatus de ciudadanos plenos, incluido el derecho al voto, no plantea ningún problema”, dijo Bukele.
A los extranjeros “altamente cualificados” que decidan tomar el pasaporte de El Salvador, el Gobierno les ofrece facilitar su reubicación “garantizando 0% de impuestos y aranceles sobre el traslado de familias y activos”, que incluyen “artículos de valor comercial como equipos, software y propiedad intelectual”.
“A pesar del pequeño número, sus contribuciones tendrán un enorme impacto en nuestra sociedad y el futuro de nuestro país”, sostuvo Bukele, y anticipó que en el futuro dará “más detalles”.
Bukele, que asumió como presidente en junio de 2019, resultó reelecto para un nuevo período de cinco años en las elecciones del pasado 4 de febrero, en las que obtuvo el 84,65% de la votación, favorecido por su cruzada contra las pandillas.
Tras arrinconar a las pandillas, Bukele ha dicho que en su nuevo período presidencial que arrancará el próximo 1 de junio, los esfuerzos de su gobierno estarán centrados en empujar una mejora en la economía.
Hace dos años, el presidente Nayib Bukele declaró una “guerra” a las pandillas en El Salvador, tras una escalada de 87 homicidios en un fin de semana.
Ahora, el Presidente proclama que su país es el “más seguro” del continente gracias a la ofensiva iniciada el 27 de marzo de 2022 al amparo de un régimen de excepción, pero sus críticos afirman que el precio ha sido alto.
El despliegue de militares y policías permitió desbaratar las estructuras de las “maras” o pandillas, que se financiaban con el cobro de “rentas” (extorsiones), sicariato y venta de drogas al menudeo. Quienes se negaban a pagar eran asesinados o les mataban a un familiar.
Una investigación de InSight Crime estimó que en el país había casi 120.000 pandilleros: la Mara Salvatrucha tenía 78.000 y la Barrio 18, con sus dos facciones, unos 41.000.
Más de 78.000 presuntos pandilleros han sido detenidos, según un informe oficial presentado el martes, y las pandillas han sido incapaces de reclutar nuevos miembros. Además, les confiscaron casi 4.000 armas, algunas de uso militar. Reformas legales endurecieron las penas.
El criminólogo Ricardo Sosa estima que a las maras les ha faltado capacidad de “adaptación” para mutar a otra modalidad criminal, mientras Bukele, reelegido en febrero, promete continuar la guerra “hasta erradicar lo poco que aún queda de las pandillas”.
La cruzada de Bukele acabó con el dominio que las pandillas ejercían sobre el 80 % del territorio nacional, según el gobierno.
Además, el país redujo su tasa de homicidios -que llegó a ser de 106 por cada 100.000 habitantes en 2015- a 2,4 en 2023, por debajo del promedio mundial (ocho, según la ONU).
Desapareció el temor a caminar de noche, los niños han vuelto a jugar en los parques y cualquier persona puede abordar tranquilamente un autobús o visitar otro barrio sin temor a perder la vida.
“Ahora uno se siente más confiado al viajar en los autobuses, ya no se ven pandilleros pidiendo dinero a los pasajeros”, dijo el profesor Mauricio López, de 40 años. Comunidades enteras “retomaron la normalidad de sus vidas”, resume el académico Carlos Carcach.
*Con información de AFP.