El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que hace cuatro días le envió una carta al Papa Francisco, hospitalizado desde el pasado 14 de febrero debido a una neumonía bilateral, para expresarle la “admiración del pueblo” venezolano.
Maduro, cuyo gobierno suele cuestionar a la jerarquía eclesiástica del país al vincularla con la oposición que quiere sacarlo del poder, manifestó que mandó un mensaje de aliento al pontífice argentino de 88 años, que sigue en estado crítico en el hospital Gemelli, pero presenta una “leve mejoría”, según informó El Vaticano hace pocas horas.
“Le envié una carta hace cuatro días expresándole toda nuestra admiración, el Papa Francisco es el líder ético de la humanidad, es amado por todas las religiones, por todos los pueblos de la humanidad”, señaló el mandatario izquierdista durante su programa Con Maduro +.
“Desde Venezuela le decimos: Papa Francisco lo acompañamos, nuestras oraciones están hoy y siempre con usted, lo admiramos y lo amamos mucho”, añadió Maduro.
Sobre el estado de salud del pontífice, la Santa Sede indicó en un comunicado este lunes que la condición clínica del Papa Francisco sigue siendo crítica, pero ha registrado una leve mejoría, sin episodios de crisis respiratoria asmática y una recuperación en algunas pruebas de laboratorio.
La “insuficiencia renal leve” que padece desde el domingo “no es preocupante”, precisó la Santa Sede.
El Papa retomó incluso sus actividades profesionales y telefoneó al “cura de la parroquia de Gaza para expresarle su apoyo”, como hace a menudo desde el inicio de la ofensiva militar israelí en el territorio palestino hace más de un año.
Asimismo, han indicado que la insuficiencia renal leve de la que advirtieron este domingo “no es motivo de preocupación”. También han puntualizado que el Papa continúa recibiendo oxígeno, aunque con flujos y porcentaje ligeramente reducidos.
En todo caso, los médicos, considerando “la complejidad del cuadro clínico”, estiman prudente no emitir un pronóstico definitivo.
Cabe recordar que el estado de salud del jefe de la Iglesia Católica se deterioró el sábado 22 de febrero, con “un ataque asmático prolongado que necesitó oxígeno a alto flujo”, así como problemas hematológicos que requirieron “la administración de una transfusión de sangre”.
Su equipo médico recalcó estos últimos días que Jorge Bergoglio no estaba “fuera de peligro”.
Se trata de la cuarta hospitalización desde 2021. En Roma y el resto del mundo, especialmente en Latinoamérica, se organizaron numerosas oraciones por su salud.
*Con información de AFP.